Jennifer Lily Potter

Capitulo 56. ¿Que se te paso por la cabeza?

Capitulo 56.

Jennifer P.O.V.

Me desperté levemente mareada, al abrir los ojos me di cuenta de que me encontraba en la enfermería y a mí alrededor había tres cabezas.

-Parece que despierta–dijo la voz de James.

-Mi niña que susto que nos has dado –dijo mi madre mientras me daba un gran abrazo de oso.

-Ginny, cariño suéltala o se ahogará. –Añadió mi padre mientras la separa de mi -¿Qué tal te encuentras Jennifer?

-Bien, solo me duele un poco la cabeza. –Entonces me miré el brazo donde me corte y ví que no había rastro del corte –La enfermera Pomfrey te lo ha curado, y ha dicho que cuando te despertaras tomaras esto –continuó mientras me tendía una poción, la cual al instante consiguió quitarme el dolor de cabeza.

-¿Cómo se te ocurrió hacer esa locura? –mi madre empezó a mostrar su enfado.

-Eso Jen, explícate. –siguió James también enfadado.

-Creó que eso no es lo importante ahora, esperemos a que este totalmente recuperada para discutirlo –dijo mi padre salvándome, en ese momento se abrió la puerta y por ella entro un extremadamente serio Max.

-Señores Potter, James, me gustaría hablar unos minutos con Jennifer a solas. Si no es mucha molestia. –dijo sin mirarme en ningún momento. – Prometo no tardar.

-Claro, estaremos fuera por si necesitas pequeña –mi padre antes de levantarse, darme un beso en la frente e irse.

-Max, yo… -no sabía cómo comenzar, pues estaba segura de que él estaría disgustado e incluso molesto. Pero en ningún momento me imagine lo siguiente que me dijo.

-No Jennifer, déjame hablar, ahora es mi turno. –dijo en un tono tajante que no había usado antes, ni siquiera cuando se enteró de mi verdadera identidad –No puedo creer que hayas dicho todas esa cosas ahí dentro, no puedo creer que hayas sido capaz de hacerte semejante aberración, HAS ESTADO A PUNTO DE MORIR –gritó para luego volver al tono serio y frio –y lo que menos puedo creer es que hayas sido capaz de decir que no nos importas, que no me importas… - fuí a decir algo pero me interrumpió –Yo no puedo seguir, esto es superior a mí.

-¿Qué quieres decir? –dije con un hilo de voz.

-Lo que quiero decir es que no puedo estar con alguien que tiene semejante visión de sí misma, que tiene semejante visión de mí mismo.

-yo no he dicho… -pero no me dejó continuar porque volvió a hablar.

-Has dejado claro que no confías ni en mí, ni en mis sentimientos. Y déjame decirte que el único de los dos que ha demostrado interés y lo ha puesto todo de su parte he sido yo. –En ese momento mis ojos se inundaron de lágrimas – Lo que quiero decir Jennifer, es que esto se acabó. Adiós –y dicho eso se fue sin mirarme, en cuanto la puerta se cerró deje escapar mis lágrimas al sentir como mi corazón se rompía al perder a alguien tan importante como Max, pues yo le quería de verdad y aunque quizá no lo hubiera demostrado de la mejor manera posible aquello era real. Pronto entraron mis padres y James, quien al verme llorando corrieron a ver que me ocurría.

-Jen, enana ¿Qué te ha hecho ese imbécil? Le partiré las piernas –decía James mientras mi madre me abrazaba y yo lloraba sobre su hombro.

-No James, no ha pasado nada. No hagas nada –dije, pero volví a abrazar a mi madre en busca del consuelo que solo una madre es capaz de dar en esas ocasiones. Un abrazo que había necesitado muchas otras veces. Tras unos minutos conseguí separarme y me preparé para lo que estaba por venir.