Me había dicho que Kimberly se encontraba en el área de la piscina del hotel. Así que sin querer perderme la oportunidad de verla en bikini. Baje y no me decepciones para nada cuando la vi. Tenía un cuerpo muy hermoso y seductor, y nadie adivinará que estaba embarazada pues su figura estaba intacta. Vi a lo lejos como un grupo de hombres la miraba a ella y a rubia amiga suya con la que se pasaba.
Que no era otra que misma Samantha Baxter. La hija de Marcus Baxter el dueño de "Baxter's airline" pero se había presentado aquí como Samantha Amenábar . Lo cual era extraño que una mujer como ella que había sido criada en cuna de oro y era la heredera de un gran imperio como el mío. Estuviera trabajando como masajista en el spa de mi hotel. No le di mucha importancia eso sus razones tendría para mentir y no era de mi incumbencia. A mi la que me interesaba era Kimberly, y no me gustaba para nada que aquellos tipos no le quitaran la vista de encima. Me acerque hacia el borde de la piscina y me quede mirandola esta que ella volteo. Su cara de asombro valía toda mi fortuna
―Bonito bikini―dije mirándola fijamente y haciendo un esfuerzo para contener la ganas de reirme por el asombro en su rostro.―demasiado sexy diría yo―comente viendo de reojo como aquellos idiotas continuaba mirándola. No pude reprimir una mueca y un sentido de posesión se apoderó de mí, y también de irritación porque ella rápido se ponía a la defensiva
―es un bikini, es normal que sea sexy señor―habló a la defensiva, tome una bocanada de aire y respire profundamente me dolía la cabeza y no estaba para berrinches
―sal del agua, todos los hombres te están mirando―hable apretando los dientes.
―es una piscina―dijo de manera burlona―todo el mundo mira, lo que le de la real gana
―sal del agua―le ordene
―No quiero, no tengo porque obedecerlo usted no es nadie en mi vida. No es ni mi pariente ni mi novio y no tengo porque escucharlo.― ya me estaba colmando la poca paciencia que tenía.
―O sales o entro por ti―dije seriamente
―Bah, usted no hará tal cosa.―se burló―pero si insiste es su problema no el mi...¡Ayyy!―soltó un quejido y comenzó abrazarse fuerte mente el abdomen
―Kimberly―la mire con preocupación―Kimberly sal del agua―le ordene nervioso por verla así. Algo le sucedía, algo grave y no sabia que era
―¡Ayyy! ¡me duele!―volvió a gritar de dolor.
―¡Sal del agua carajo!―le grité
―¡me duele!
No me aguante mas verla asi. Así que me tiré hacia la piscina y fui a su encuentro. La tomé en mis brazos y la pegue a mi pecho para asegurarme de que nada malo le sucediera.
―Ya te tengo―dije mientra la cargarla camino a las escalera para sacarla de la piscina y llevarla al hospital.―¿que te duele?―le pregunté angustiado por verla así.
―no lo se―dijo haciendo una mueca de dolor.―¡Aaaaaaaa!―gritó con fuerza―me duele, ¡me duele mucho!
―¡vamos!―dije pero de pronto me paralice al ver el agua. Estaba roja y era porque Kimberly estaba sangrando y mucho.
―Eso...eso es―tartamudeo y negó con la cabeza―eso no es sangre ¿verdad?―me miró asusta ―por favor dígame que no es sangre, por favor.
―No la veas―dije y la saqué de manera apresurada de la piscina cargándola y sacándola de la piscina―Todo va estar bien. Te juro que todo va estar, bien―dije y bese su frente húmeda―Yo estoy aquí, yo te voy a cuidar.
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Un canalla arrepentido [1]
General FictionAlexander R. Harrison Wright es un hombre guapo, rico, dueño de un gran imperio que esta condenado a muerte por una enfermeda incurable. Al darse cuenta de lo vacía que es su vida y como la a desperdicia en frivolidades, decide aprovecha su último...