La vendedora Allison D"Moon alias <<cheshire>> se había marchado hace rato mas feliz que una lombriz porque seguramente la comisión que obtendría por parte de Alexander sería más que generosa. Además de que venderle una propiedad a unos de los multimillonarios de más prestigio en los estados unidos y alrededor del mundo le daría mejores referencia para su currículo. Y yo era que aun no me creía el hecho de que viviría en una mansión como esta tan lujosa y elegante. Le había dicho a Alexander que quería recorrer mejor la mansión para irla conociendo mejor porque seria ridiculo que me perdiera dentro de la que sería mi propia casa. La recorrí de arriba a abajo sola tratando de imaginarme cómo sería vivir aquí con mi hija y Alexander. Entre en la habitación principal que era sin duda la más grande la casa, el techo es alto y de este colgaba un hermosos y elegante candelabro de cristal que no se veía ni exuberante ni llamativo. Si no se veía como bello adorno que le daba más luz a la habitación, abrí una de las puertas corredizas y esta condición a un enorme y lujoso closet, donde facil mente cabría toda la ropa y zapatos que Alexander me había comprando y aún habría espacio para más.
Salí de allí y entre al baño que era gigante los detalles eran modernos y agradables, transforman el baño en un lugar fantásticos relajante, espacios que ademas tenia un estilo sofisticado, elegante, de buen gusto que además era agradable a la vista y cualquiera le daría gusto darse un largo baño aquí. Casi todo el baño estaba decorado con una agradable combinando diferentes tipos de azulejos con superficies lisas. Los azulejos de de tonos arena y dorados, pero las partes lisas de tonalidades neutras consiguen suavizar el impacto visual de forma muy agradable. Y eso me gustaba salir de la alcoba principal y baje las escaleras donde estaba Alexander que acaba de salir del estudio.
―Entonces vamos a vivir aquí―dije mientras bajaba los escalones aun sin poderme creer lo que estaba sucediendo.―Nunca me hubiese imaginado que terminaría viviendo en una mansio― dije y cuando llegue a los pie de la escalera, sentarme en el tercer escalón de esta.
―Mejor acostumbrate a la idea de esta será nuestra casa a partir de ahora―dijo Alexander que se sentó a mi lado.―A menos que no me eches claro―me dijo con una sonrisa―recuerda que la casa es tuya―yo puse los ojos en blanco al escucharlo y le di un suave manotazo en brazo y sonreir.
―gracioso―dije y negué con la cabeza―estaba pensando―mire el enorme espacio de la casa―claro si esta de adecuado que inauguramos la casa el mismo dia de la boda―dije y Alexander frunció ligeramente el entrecejo.―Quiero decir que celebremos la boda aquí. Alexander la sala de estar es enorme, jardín es gigantesco y muy hermoso. Y...―me encogí de hombro―bueno pero si no quieres...―antes de pudiera terminar de hablar su labios se posaron sobre los míos silenciando por completo.
Yo ni lenta ni perezosa le respondí inmediatamente, rodee su cuello con mis brazos para profundizar más el beso. Alexander me puso manos en las cintura me atrajo más hacia su cuerpo sin soltarme, prácticamente estaba encima de él. Su lengua y la mía jugueteaba mientras que sus manos recorrían mi cuerpo entero por encima de la ropa. Para estar mas cómoda me senté horcajadas sobre su regazo, sin romper el beso. Continuamos besandonos y cada roce de su labios hacía que la sangre me hirviera de deseo y me dieron ganas de que me hiciera el amor. Sentí como una de las manos de Alexander se enredaba en mi pelo jalando fuerte pero sin causarme daño hacia atrás, Alexander dejo de besar mi boca, y sus labios fueron descendiendo por mi cuello y me arrancó un leve gemido. Enrede mis dedos en sus pelo y disfrute de la magica sensacion de su labios sobre mi piel. Dejo de jalar mi pelo pues yo ya tenía la cabeza echada hacia atrás y Alexander aprovechándose de eso comenzó a levantar mi blusa. Sentí manos sobre mi piel me hizo temblar de placer y desearlo, desearlo mucho...
―sigue―susurre sin aliento casi. Lo escuche reír levemente en mi cuello.
―puedes hacerlo que quieras amor.―lo escuche decir, pero estaba tan sumergida en mi burbuja de placer que ni entendía a qué se refería.
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Un canalla arrepentido [1]
General FictionAlexander R. Harrison Wright es un hombre guapo, rico, dueño de un gran imperio que esta condenado a muerte por una enfermeda incurable. Al darse cuenta de lo vacía que es su vida y como la a desperdicia en frivolidades, decide aprovecha su último...