Capitulo 5.

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En cuanto la chica salí saqué del bolsillo de mi pantalón, el celular y le envié a Ralph un mensaje de texto. Explicándole brevemente la situación y ordenándose que llamase a la policía que atendiese a la chica. Cuando termine, guarde nuevamente el celular en el bolsillo y cerré la puerta, para lidiar con tranquilidad y sin interrupciones con el imbécil de Gilbert. Realmente este tipo era estúpido,¿Como se le podía ocurrir semejante idiotez? El hombre tenía una patética cara de pánico, yo sonreí y negué con la cabeza.

―Gilbert, Gilbert, Gilbert―pronuncie con tranquilidad―Definitivamente eres un imbécil―dije y me senté en una de las sillas―intentaste abusar una chica en ¡MI HOTEL!―menciona de manera posesiva

―Se-se-señor Harrison―habló entre balbuceos―Y-yo le juro por mis hijos, que esto no es lo que parece―dijo y aflojo aún más su corbata barata―Ki-Kimberly es una zorrita―hablo de manera apresurada―ella se la ha pasado insinuándose desde que comenzó a trabajar aquí....

Solté una carcajada al escuchar toda esa sarta de estupideces que estaba saliendo de la boca de Gilbert.

―¿En realidad crees que soy idiota?―pregunté levantando una ceja―enserio crees que yo puedo creer que esa pobre chica intentaba seducirme―dije solté una risa seca―por Dios si esa pobre chica estaba aterrorizada.

―se-señor por favor...tenga piedad

―sabes una cosa―dije y me rasque la barbilla un momento y luego lo mire seriamente―te vas a podrir el resto de tu miserable vida en la cárcel. ¿Y sabes porqué?―le pregunté, pero Gilbert no respondió―por idiota y por traidor.

—¿Que?

—Si.—dije serio.—estoy hartando por completo del desfalco que estaba cometiendo en mi hotel. Con mi dinero y como bien sabes Gilbert eso ¡malversación de fondos! Un delito muy grave.—dije una sonrisa victoriosa se instaló en mi rostro.—que se castiga con varios años encerrado en la cárcel.

La reacción en el rostro de Gilbert de incredulidad era algo que disfrutaba enormemente. Uno de los pocos placeres que me quedaba en la vida. Disfrutar del terror, te pavor que representaba ante aquellos que me traicionaban.'Me levante y camine hacia Gilbert, que solo temblaba de miedo que le causaba mi cercanía palmeo su hombro y luego le di un fuerte puñetazo en la boca del estomago. Gilbert tosi acusa del dolor y cayó arrodillado ante mi en el suelo.

―te ves bien de rodillas―dije sonriéndole, él levantó la cara en un intento nuevo de hablar pero me adelanté y le di un puñetazo. El hombre soltó gruñido.―bueno me voy, tengo una hermosa joven aterrorizada en mi suite, como comprenderás, en presencia de una dama uno se comporta como el caballero que es. ―muy sonrisa se amplió―debo ir a socorrerla.―dije y pase de largo lo mire por ultima vez y sonreí―la policia te esta esperando afuera por si no lo sabes.―comenta como "quien no quiere la cosa".

―Señor por favor―me hablo con voz suplicante―le ruego que tenga compasión. Tengo esposa e hijos una familia que mantener. Por favor perdóneme.―me pidió.

―Yo no perdono traiciones.―contesté muy serio―¡jamás!

En cuanto a abrí la puerta allí estaban los oficiales de la policía esperando. Ralph está resultando tan eficiente como siempre o a lo mejor estaba haciendo méritos para que le dejase toda mi fortuna. Al fin y al cabo él era lo más parecido a un pariente que tenía.

—Buenas noches oficiales.—salude a los uniformados.

—Buenas noches señor...

—Alexander Harrison.—dije y entendí la mano para que el oficial me respondiese el saludo. El primer oficial me respondió el saludo y se presentó.

Un canalla arrepentido [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora