Capitulo 35.

5.8K 341 11
                                    

Una hora de vuelo...

La Torre Eiffel, Notre Dame, Louvre, Cobblestones y Café De Flore, Arco de Triunfo era lo que veía por ventanilla del auto mientras escuchaba a "Teenage Dream de Katy Perry". Dijera lo que dijeran de París, esta ciudad preciosa eran la 1:41 pm y todo se veía precioso a la luz del sol por la tarde.  Baje la ventanilla quería respirar el aire fresco parisino, así apoye el codo sobre respaldo de la puerta y con la palma abierta apoye la mandíbula sobre esta. 

—¡Oh Paris!—exclamé y tome una enorme bocanada de aire. Quería respirar el aire francés y el ambiente parisino lo más posible.—tengo que exacta que complementa entendible la razón porque la que todo el ama París...es precioso.—solté suspiro.—aún no puedo creerme que estamos en París juntos.

—¿Demasiado romántico?—me pregunto yo me giré levemente y le sonreí

―Un poco si―dije solté una risita―pero si no fuese romántico no sería lo mismo sin ti.―Alexander me sonrió se inclinó para besarme con lentitud.

Esta era las ventajas de tener choferes, podíamos besarnos en el asiento trasero del auto y escuchar música sin estar pendiente a nadie. Si era muy lindo y me recordaba a mis tiempos atrás en "High School". Pero las diferencia era que yo jamas habia besado a un hombre tan maravilloso como Alexander cuando estuve en High School y que cuando yo estaba en High School no viaja en auto por las calles de Paris, asi que habia mucha diferencia.

―Aun no me creo que este en París contigo―pronuncie muy cerca de sus labios y sonrei cuando el me mordió el labio ligeramentmente arrancándome un suspiro.

―Pues créelo―dijo me rozo una de mis mejillas. Su tacto era tan leve, tan suave que parecía casi inexistente.―¿Qué te gustaría hacer primero?―me pregunto―'¿te gustaria que vayamos a conocer París por primera vez juntos? ¿vamos para que conozca el apartamento? o ¿prefieres ir de compras?―me reír ante la última pregunta y Alexander me miró con el ceño fruncido.―¿qué es tan gracioso?

―Que me doy cuenta de que no eres como los demás hombres―dije―La mayoría de los miembros de sexo masculino omitiendo claro a los gay―enfatice―odia acompañar a una mujer a ir de shopping y a ti, tal parece que te gusta la idea de vestirme como si fuese una muñeca de porcelana.

―No es eso Kimberly.―dijo me dio suave beso en los labios.―Yo disfruto el tiempo que paso contigo, haciendo lo que sea que tu quieras.―me miró a los ojos―No me importa si quieres sumergirte en un océano de  zapatos y ropa. O si prefieres pasar todo el dia entero viendo películas  en Netflix. Yo lo que quiero es estar el mayor tiempo posible cerca de ti.

―a ti te hicieron a mano―dije convencida más que nunca de que Alexander Harrison. O era el hombre perfecto, por en realidad eran un dios griego esculpido en mármol por la mano de la propia Afrodita, que segun decian los griegos era la diosa del amor o bien era un robot creado por los chinos con el sistema operativo del hombre perfecto.―Tu no eres real, eres demasiado bueno, demasiado perfecto―exprese algo frustrada, no comprendía cómo alguien como él se fijó en alguien como yo que de paso estaba esperando un hijo que no era suyo y él estaba más que dispuesto a reconocerlo como suyo propio.

―Creeme Kimberly, no soy perfecto―dijo un poco más serio―cometí muchos errores a lo largo de mi vida. Y recién me estaba empezando a pasar factura―su semblante se tornó sombrío―con un precio muy alto que tendré que pagar―soltó un suspiro pesado y negó con la cabeza―solo cuando estoy contigo me puedo sentir...―se corto parecía que no encontraba la palabra adecuada para describir lo que sentía.

―¿bien?―dije yo creyendo que esa era la palabra que buscaba. Él sonrió, negó con la cabeza y tomó mi mano y besó el dorso de esta.

―No, esa no la palabra que estaba buscando―dijo y yo le sonreí―Kimberly. Cuando estoy contigo, siento que mi vida tiene sentido porque tu―su la palma de su mano abierta sobre mi pequeño vientre abultado―ustedes mejor dicho son todo lo que tengo y lo único que quiero..―con la otra mano acarició mi mejilla―Eres todo lo que quiero Kimberly.

Un canalla arrepentido [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora