Inés se sentía abrumada por las emociones, a medida que fue saliendo de la bruma del deseo, comenzó a arrepentirse, y avergonzarse, comenzó a moverse y apartar a Esteban quien a duras penas conseguía mantenerlos a ambos contra la pared, la miró a los ojos con deseo y algo más que Inés se negó a ponerle nombre, ella se revolvió incómoda, cómo podía actuar alguien en estas situaciones, se había revolcado con este hombre como una cualquiera, gimió de vergüenza y tuvo que carraspear para que su voz no delatara sus ganas de llorar.
- Por favor... Bájame - Esteban sintió como se separaba de él en todos los sentidos y quiso obligarla a estar así por siempre, pero al ver sus ojos llenos de lágrimas optó por liberarla. Fue una tortura sentir como sus cuerpos se separaban. Cuando ella puso los pies en el suelo, se acomodó su vestido negro y salió corriendo dejando a Esteban con una sensación de abandono. La siguió después de arreglarse la ropa, pero fue interceptado por unos asistentes a la gala.
María entró al aseo de damas, y se encerró en un cubículo, "Dios mio" acababa de tener sexo al aire libre con un hombre que no sólo no era su marido, sino que además apenas lo conocía y él estaba obsesionado con su ex-mujer. Unas lágrimas escaparon de sus ojos y suspiró angustiada, había sido devorada por los recuerdos de Esteban, cada palabra evocaba imágenes en su mente tan reales, que la llevaron a un estado de excitación que nubló su razón, cómo podría salir de la fiesta sin volver a verlo, sin ver en sus labios las huellas de sus besos, sentía que cada centímetro de su piel gritaba que deseaba a ese hombre, que por Dios santo no conocía. Pero que su cuerpo anhelaba como un sediento al agua, se cubrió el rostro con las manos y recordó que no tenía su bolso, seguro lo había dejado en la terraza, quiso morir al pensar que tendría que salir del baño a enfrentarse con las consecuencias de sus actos. Respiró hondo y decidió que era peor volver sin el bolso y tener que dar explicaciones a Loreto. Salió del cubículo y se miró al espejo, ¿se darían cuenta que acababa de tener sexo? Ella se notaba distinta, su cuerpo ardía y su sangre corría haciéndola sentir viva. Se miró fijamente a sí misma y se mordió el labio inferior nerviosamente, no podía dejar que el miedo la consumiera, pidió valor mentalmente y salió, fue a la terraza y dio gracias porque Esteban no estuviera allí, no quería enfrentarlo ahora. Tomó su bolso que se había caído y se dio la vuelta para regresar a la fiesta, pero se encontró frente a una mujer rubia.
- Permiso, disculpe...
- Quisiera hablar contigo...- Inés la miro extrañada y la mujer se apresuró a presentarse - Mi nombre es Antonieta Fernández Acuña, soy la cuñada de Esteban...
Inés ahora pudo reconocer a la mujer que se había desmayado al verla, así que era la hermana de la ex-esposa de Esteban, pobre mujer, no debió haber sido fácil enfrentarse a una mujer idéntica a su hermana.
- Mucho gusto Antonieta, soy Inés Huerta... Lamento lo de la otra noche, creo que a todos nos impactó.
- Demasiado... Quise hablarte desde el primer día, es increíble el parecido, Esteban aún no puede creer que no seas ella. María fue una mujer que nos dejó marcados a todos, mis padres la adoptaron siendo un bebé, yo tenia cuatro años, y me encantó tener una nueva hermana, nos hicimos las mejores amigas, y verte fue impacto.
- Lamento la pérdida de tu hermana..
- ¿Te das cuenta que también puede ser tu hermana? - Inés se tensó - este parecido solo puede significar que son hermanas gemelas, ¿no crees tu?
- La verdad, he tratado de no pensar mucho en ese asunto, no sin antes hablar con mi tía, ella me crió y no creo que haya sido capaz de ocultar algo así. Pero es cierto, esa es una posibilidad.
- Si la hubieses conocido, quizás la habrías querido tanto como nosotros, María fue así como la luz de esta familia, me preocupa que tu presencia vuelva a trastocar a Esteban, el sufrió mucho no sólo la muerte de María sino también por los secretos que luego descubrió.
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"La Sombra del Dolor"
FanficLas luces de la ciudad iluminan una noche lúgubre, una noche llena de recuerdos amargos, una copa de vino tinto ahoga las penas mas recónditas de un corazón que ahora se niega a amar; que murió 20 años atrás con la traición de quién mas amaba. La so...