María tembló al ver al hombre ¿Que hacia allí? El hombre caminaba seguro de sí mismo, y con un aire sardónico, se plantó ante Antonieta y María y les sonrió.
- Buenas Tardes Señoras, lamento interrumpir tan familiar momento....
- ¿Quién rayos es usted? - Preguntó Antonieta enojada aún apuntando con el arma a María.
- ¡Oh, que descuidado! Disculpe, mi nombre es Romulo Ancira, ya la dama presente... - señaló a María - y yo nos conocemos.
Antonieta se tensó. Y empuñó mejor el arma, dispuesta a disparar.
- ¿Qué es lo que quiere?
- Hacer un trato con usted evidentemente, por qué no baja el arma y abordamos este asunto en algún lugar más privado.
- No iremos a ninguna parte y si no quiere que la mate a ella y luego a usted, entonces montese en su carro y lárguese.
- Soy un caballero y normalmente me gusta complacer a las mujeres, pero en este caso, prescindiré de su consejo. Vine por ella...
Antonieta los miró a ambos y rió.
- No me digas... Así que mi hermana resultó ser una furcia. ¿Te acuestas con el?
- Yo solo he visto a este hombre una vez.
- Su hermana Inés... Perdón... María - el pronunció el nombre con un tono ronco - dice la verdad
- ¿Cómo llegó aquí? ¿Cómo supo donde estábamos?
- Tengo hombres vigilando a Loreto y a su familia, me debe dinero, y su mujer... Bueno la que era su mujer, era... O mejor dicho... Es la garantía del pago. - María lo miró con la boca abierta
- ¿Qué ha dicho?
- Si Loreto no paga... Yo me quedo con usted.
- ¡Cómo se atreve! - Antonieta la interrumpió
- Callate... ¿Qué es lo que quiere? - preguntó dirigiéndose a Romulo.
- Ya le dije... A ella... Dejela ir conmigo, y yo le aseguro que no volverá a verla. Una mujer como usted de alta sociedad, no tiene necesidad de marcar su vida en la cárcel.
- Y usted cree que yo la mataría y dejaría cabos sueltos...
- No, pero yo no podría permitir un crimen así y que además quedara impune...
- Así que me amenaza con delatarme... Quizás debería matarte a ti primero - Antonieta pasó a apuntar a Romulo y María se quedó pasmada. El hombre sonreía y su actitud era arrogante. El abrió los brazos en rendición, de manera burlona.
- Vamos, dispare, si tiene suerte me matará, pero hay dos hombres de mi entera confianza que no dudaran en dispararle, y tienen mi orden de devolver a María a su familia. Si usted me la entrega de buena gana, nadie saldrá herido, y ambos tendremos lo que queremos, usted a María lejos de Esteban San Román, y yo tendré el placer de tener a María solo para mí.
- ¡Está loco! Antonieta no le hagas caso, hablemos por favor, esto puede solucionarse. Necesitas ayuda.
- ¿Te la llevarás para siempre?
- No volverás a saber de ella.
- Noooo... Antonieta por favor.
- Entonces llevatela - Antonieta bajó el arma y María salió corriendo en dirección hacia los árboles, esta exhausta, pero no dejaría que ese hombre se quedara con ella, Rómulo levantó una mano, tranquilizando a Antonieta quien había levantado la pistola para disparar. Los hombres que acompañaban a Rómulo se internaron en el bosque a buscar a su presa. María corrió pero no tenía fuerzas, empezó a sentir que las piernas le fallaban, el oxígeno le faltaba, empezó a sentir que se desmayaría...
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"La Sombra del Dolor"
FanfictionLas luces de la ciudad iluminan una noche lúgubre, una noche llena de recuerdos amargos, una copa de vino tinto ahoga las penas mas recónditas de un corazón que ahora se niega a amar; que murió 20 años atrás con la traición de quién mas amaba. La so...