Antonieta realizó muy bien su trabajo, al día siguiente María, Esteban y ella habían ido al orfanato, donde efectivamente habían comprobado que el registro decía que una niña que luego fue adoptada por la familia Fernández Acuña, había sido producto de una gestación múltiple. Una tía que entregaba a una de sus sobrinas, ya que no podía encargarse de ambas, María llamó a su tía quien confirmó todo y pidió perdón por haber callado. María estaba desolada, había tenido una hermana a la que había conseguido y perdido, ya no podría conocerla. Esteban por su parte más que desolado, estaba confundido, ¿sería cierto entonces que el parecido entre Inés y María lo había confundido? Sin embargo miraba a Inés y lo cierto era que el deseo seguía allí.
Inés se despidió de ambos, pidiéndoles dejaran que asimilara la información; era la hermana gemela de María Fernández Acuña, y Esteban San Román era su cuñado, un cuñado con el cual había tenido sexo y al cual deseaba con la parte mas irrazonable de ella misma. Habló con Loreto de su hermana gemela y éste increíblemente se mostró comprensivo, ella deseaba estar sola con sus pensamientos.
Sin embargo de soledad era de lo que menos disfrutaba, los hijos de Esteban se habían hecho amigos de sus hijos, ahora que sabían que eran primos disfrutaban de su relación, Emiliano no estaba contento, más bien se mostraba huraño, pero María no tenía fuerzas para ayudarlo. María Jose increíblemente, estaba animada al saber que tenia primos, había simpatizado con Estrella y ésta le estaba enseñando a tocar el violín. María disfrutaba escuchar a su sobrina tocar. Esteban había dejado de buscarla, y ella en el fondo se sentía deprimida, tomaba sus pastillas para dormir, porque por las noches el insomnio acudía en forma de pensamientos reiterativos de ella entregándose a Esteban, luego venían recuerdos de ella con Enrique y le sobresaltaba que ahora podía ver el rostro, pero a quien veía era a Esteban, cosa que demostraba que lo que sentía por Esteban era cada vez más fuerte. Antonieta se había convertido en una amiga y las semanas pasaron rápidamente, ella le había contado que Esteban había aceptado por fin que María había muerto, y que había iniciado una relación con Déborah, una mujer con quien trabajaba; sin embargo era claro que Antonieta la desaprobaba.
Así transcurrieron dos meses en los cuales Esteban y ella apenas se vieron, y esos encuentros fueron incómodos para ambos. Era el cumpleaños de Estrella y habían preparado una fiesta familiar. Inés llegó a la casa y caminó por el jardín un rato, vio un vivero y se detuvo a ver un grupo de hermosas flores, eran nardos y muy hermosos. Acarició las flores y escuchó detrás de ella.
- Eran sus favoritas... - Inés no se volteó a verlo, siguió mirando las flores
- Son muy bonitas
- ¿Cómo estas?
- Bien, ¿y tu?
- Digamos que bien... ¿Quieres voltearte para que podamos conversar? - Inés suspiró y se dio la vuelta
- ¿De qué quieres hablar?
- De ti... ¿Cómo has estado?
- No creo que te interese - Inés cruzó sus brazos en el pecho.
- Si me interesa... Yo.... Lamento no...
- No tienes que decir nada, ni justificarte. Lo que pasó fue un error, así que es mejor olvidarlo
- ¿Ya lo olvidaste? - Esteban se acercó a ella peligrosamente, había pensado ir, pedir disculpas por haber osado mirarla, por compararla con su esposa, y allí estaba ella, altiva, negándole una tregua.
- Es evidente que tu si lo olvidaste... Cómo está... ¿Cómo se llama?... ¿Cómo está Deborah?- Esteban la miró fijamente y después de ver como las respiración la delataba, sonrió
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"La Sombra del Dolor"
FanfictionLas luces de la ciudad iluminan una noche lúgubre, una noche llena de recuerdos amargos, una copa de vino tinto ahoga las penas mas recónditas de un corazón que ahora se niega a amar; que murió 20 años atrás con la traición de quién mas amaba. La so...