Capítulo Decimoquinto

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- Suéltame... No vuelvas a agarrarme de esa forma 

- Contéstame Inés, ¿quién es el padre del hijo que esperas? ¿O vas a decirme que soy yo? - Inés alzó la barbilla con actitud desafiante 

- No... No lo eres, pero tú deberías saberlo, sabes perfectamente hace cuánto estuviste en mi habitación, obligándome a estar contigo, como el canalla que eres. 

- No me tientes Inés, estás provocándome y mi paciencia tiene un límite, dime ya quién es el maldito con el que te revolcaste. 

- No te lo diré, de hecho tampoco me interesa decírselo al padre, así que sólo te voy a decir que es mío. 

- Un niño que vas a abortar ahora mismo

- No... Jamás... Te equívocas Loreto, no te tengo miedo... Ahora que ya se quién es mi hijo y donde está, eso me ha dado fuerzas, y este hijo se suma a esa fuerza, por ellos dos, por Emiliano, Fernanda y María Jose, voy a enfrentarme a ti, y voy a ganar Loreto, te lo juro. 

Loreto se quedó quieto un segundo y al instante soltó una carcajada, empezó a reírse hasta que Inés comenzó a molestarle su actitud

- ¿De qué te ríes?

- Voy a hacer tu vida un infierno, te lo juro Inés, si crees que voy a perdonarte.

- ¿Perdonarme? ¿Perdonarme tu? No hay nada que tengas que perdonarme.

- ¿Te parece poco haberte revolcado como una furcia, con quién sabe quién y embarazarte? De nuevo te conviertes en la zorra... 

- ¡Ya basta! Si tanto te molesta e insulta que esté esperando el hijo de otro hombre, entonces te doy la buena noticia, me voy a divorciar por ti... - Loreto se enfureció y la zarandeó tomándola de los brazos. 

- Antes te mueres... Me oyes... Te mueres






Empresas San Román 

- ¿Qué le parece el acuerdo? 

- Parece estable... Pasame el documento completo, para revisarlo de nuevo. Buen trabajo Patricio.

- Gracias señor San Román 

- Ya basta de formalidades muchacho... Llámame Esteban. Eres un muchacho prometedor, me recuerdas mucho a mi mismo cuando tenía tu edad. 

- Bueno, lo cierto es que espero ser la mitad de buen empresario que es usted. - Esteban sonrió y le dio unas palmadas en el hombro a Patricio. 

- Serás incluso mejor.... Patricio, ¿puedo pedirte un favor? 

- Si claro... Esta tarde tengo una reunión con un grupo de empresarios pero quería... Hay algo que es más importante, ¿puedo delegar en ti esta tarea? Se la daría a Alejandro o Héctor pero ellos estarán ocupados con el negocio con Guzmán. 

- No se preocupe, Claro que puedo 

- Bien,.... Lupita, dale la información a Patricio del negocio con Ferrer.... De nuevo te agradezco tu ayuda Patricio. 

- No tiene nada que agradecer... 

- Hola papá - Estrella entró sin tocar, sonriente, se acercó a su padre y le besó en la mejilla. - Hola Patricio. ¿Cómo estás?

- Muy bien Estrella, con permiso señor. 

- Esteban, muchacho... 

- Esteban... Con permiso. Hasta luego Estrella. 

- Hasta luego Patricio. - Al salir Patricio, Esteban miró a su hija y en broma le dijo. 

- ¿No te parece un buen partido Patricio? 

"La Sombra del Dolor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora