10

692 43 1
                                    

Mi madre durante todo el tiempo que llevamos en la ciudad siempre se estuvo agobiando con la pregunta si en verdad me sentía bien y feliz estando allí. Mi más sincera respuesta fue que de hecho si estaba más que a gusto, mucho mejor si ella estaba a mi lado, pero aunque yo estuviera muy segura de mi respuesta, mamá nunca pudo asegurarse de aquello hasta la madrugada de ayer.

Pude sentir cómo cambiaron las cosas de la noche a la mañana, ella tenía razón, nunca me había sentido más viva desde que mis palabras influyeron a una decisión drástica.

Cuándo mis ojos lo veían, sabía a ciencia cierta, de pies a cabeza, que estaba bastante segura de pertenecer a su mundo y que ahora lo estaba amando más que cualquier otra cosa.

-¡Becca! -exclamó Ivy al verme por los pasillos, acercándose a mí.

-Shh... -le dije para que bajara su tono de voz mientras ella me daba un pequeño abrazo.

-Te dije que si ocurriría, te felicitó amiga, era hora de que encontrarás a alguien, además estamos apunto de terminar la universidad, esto no está mal -sonrió, dando pequeños saltitos.

-Gracias, por esta vez te doy la razón, me vendría bien no hablar mucho sobre esto, ¿Sabes? -le confesé.

-¿Por? -preguntó.

-No lo se, me pone un poco nerviosa.

-No pasa nada Becca, estoy segura que él te protegerá si pasa algo.

Las palabras de Ivy me tranquilizaban, a lo que más temía era que es lo que podría venirme encima luego de que todo el mundo supiera que estaba junto a él, esa tal chica misteriosa desaparecería y ya hasta sabrían mi nombre completo.

Pero el miedo era menor a lo que estaba dispuesta a enfrentar por estar junto a Jared.

-¿Por qué tan felices? -Dylan de repente entro a nuestro espacio, preguntando aquello.

-No es nada -dije.

-¡Oh! Becca tiene novio, ¿Verdad que lo necesitaba, mucho?... Y me debes comida Dylan -se cruzó de brazos.

-¿Enserio? -dijo aún sin creerlo.

-Si, desde ayer. -habló Ivy.

-¿Es ese tipo de la...

-Si, el de la televisión, es un gran chico.

-Dije que quería evitar esto, no quiero que nadie más lo sepa, aún no -confesé.

-Pronto lo harán Becca, supongo que sabes a que mundo estás entrando -me dijo enojado, caminando a pasos apresurados mientras que la campana sonaba.

-Ve a clases Becca, yo hablaré con él, vamos ve -ella me observo confundida luego de la reacción de Dylan, caminando tras él.

Estos días que he estado junto a Dylan, fueron maravillosos, y siempre lo han sido. Sin embargo, ahora, no comprendía su enojo conmigo, lo quiero mucho y que haga esto me inquietaba un poco pero podía aguantar hasta que me volviera a encontrar con Ivy para averiguar que es lo que pasó.

Tomé una bocanada de aire, saliendo del instituto, en todas las horas que estuve dentro no pude encontrar a Ivy, ni tampoco a Dylan.

Observe por todo el campus si había algún rastro de ellos, pero no pude visualizar nada, estaba por rendirme hasta que pude ver a Dylan caminando hasta su auto. A pasos apresurados y sin pensar fui hacía él.

-Dylan... -susurré.

Él se detuvo, dándose media vuelta.

-¿Me vas a decir que ocurre?

-Es tarde... Tienes que irte -me dijo con suavidad, aparentemente no quería hablar sobre el tema, pero yo sí.

-Mamá se llevo el auto con urgencia esta mañana, podrías llevarme hasta casa y contarme.

Él puso los ojos blanco, resignándose.

-Sube -dijo con desgano.

-Gracias, ¿Bueno, me dirás?

Dylan arrancó, suspiró y empezó a hablar.

-Si, solo quiero disculparme por eso, sabes que no quisiera que nada te ocurriera.

-No pasara nada, se exactamente la clase de persona que he elegido, pero soy feliz, ¿Eso no es lo que importa?

-Lo siento -se disculpó.

-Esta bien -sonreí.

Baje del auto, dándole las gracias a Dylan, marchándose del lugar. Hoy invite a Jared a una pequeña cena en mi casa con mi madre, sería un nuevo comienzo a todo lo que está por venir, además de que le prometí que volvería a ver mi madre después de mucho tiempo, y ni hablar que ella también está igual de emocionada.

Entré a la casa, inundando en mi nariz el olor de su comida, al parecer lo tenía todo listo.

Ayer cuándo llegué a casa, no había dudado ni un segundo en decirle lo que había pasado, pensé que se lo tomaría de una manera extraña o que hasta me prohibiera volverlo a ver, sin embargo, fue distinto y estaba más que contenta, mientras que yo sea feliz, mi madre lo aceptaría todo.

-Mamá, creo que lo esperas con más ansias que yo -reí por la bajo, sirviéndome un poco de agua.

-Quiero ver que tipo de chico escogiste cariño, después de mucho tiempo volveré a ver a ese chico, apuesto que ahora a cambiado mucho a lo que era -me dijo mientras servía un poco de refresco.

-Se a quién elegí mamá -dije segura.

-Y confió en tu decisión, no quiero que cometas el mismo error que cometí yo, nunca volverás a vivir lo mismo a cuándo eras una niña, de eso estoy segura.

Sus ojos me mostraban un pequeño guiño de inseguridad, la entendía a la perfección, si me ponía en su lugar también cuidaría de esta manera a mi hija, no permitir que nadie le haga daño debe ser una tarea muy difícil para una madre.

El timbre sonó, apenas lo escucho siguió con lo suyo mientras yo iba a abrir.

-¿Listo? -pregunte dándole una pequeña sonrisa.

-Algo nervioso, pero listo, ¿Crees que le agrade? -pregunto mientras lo hacía pasar.

-Si lo harás, ella tiene un poco de miedo -susurré.

-¿Por qué?

-Aún es un poco difícil para ella superar por todo lo que hemos pasado, supongo que no quiere que vuelva a pasar, es complicado. -él se fue hacía mí abrazandome entre sus brazos.

-Lo entiendo, haré lo que pueda para se sienta segura que su hija está en buenas manos -prometió, alejándose un poco de mí, mientras acariciaba mi mejilla.

-Esto saldrá bien -pronuncie mientras alzaba un poco la cabeza dándole un pequeño beso, sintiéndome nuevamente en paz.




No Way » Jared LetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora