17

467 29 1
                                    

—No te quiero escuchar, ¡Shh! —dije, tapándome los oídos con mis manos.

—Becca, dejame terminar la parte interesante... —refutó Dylan al no poder seguir leyendo la parte de mi discurso.

—¡No! —exclame —Me pones más nerviosa, mañana es un día muy importante.

—Lo harás bien, Becca —dijo Dylan, poniendo una mano en mi hombro ya que no dejaba caminar de un lado a otro —Por cierto, estoy aquí más de cuatro horas, que milagro que no haya aparecido tu novio.

Puse los ojos en blanco, tomando asiento en la hamaca.

—No pasa nada por si querías saber algo —encarne una ceja, observándolo —Quiere darme una sorpresa —sonreí de lado.

—Bueno, ¿Hablaron de lo que paso hace unos días? —me preguntó, sentándose a lado mío.

—Si, estuvo pensando en que era necesario que uno de sus guardaespaldas esté conmigo, pero aún no acordamos bien, es complicado —dije haciendo una mueca.

—Si, todo sería más fácil si te hubieras enamorado de una persona "normal" ¿No crees?

—Debo aceptar que si, sería mucho más fácil —suspire pesadamente —Pero soy feliz con él, creo que vale la pena afrontar todo esto.

—Tendré que creerte entonces —reímos los dos al unison.

—¿Ya tienes tu traje, listo? No quiero verte mañana con arrugas en tu ropa, si no te golpearé —reí, acompañándolo hasta la salida ya que al parecer tenía que acompañar a su madre a comprar unas cuántas cosas.

—No te preocupes, esta vez tus puños se quedarán con ganas —sonrió  —Te veo mañana.

Me dio un beso en la mejilla, despidiéndose. Mis nervios no podían estar de más, mamá mando a planchar mi vestido al igual que el de ella, le dije que yo misma podría hacerlo pero ella quiere que todo este perfecto para mañana, ni me imagino cómo será cuándo llegué a casarme.

Invité a Ben a mi graduación, que con mucho gusto aceptó, ahora se encontraba en la cocina haciendo algunos pequeños pastelitos, según él para que mis nervios bajarán, me agrada mucho.

—¿No te preocupa tener que ensuciar tu traje? Se ve muy costoso —dije sonriendo de lado al ver como casi toda su camisa estaba manchada de harina.

—No mucho, tengo demasiados trajes, además vale la pena ensuciarme por esto —rió, para luego sacar los pasteles del horno.

—De niña me gustaba hacer pasteles de barro —comente.

—¿Y te los comías? Porque una vez yo lo hice y no fue cuándo era niño —reí, al ver que hacía una mueca de asco.

—Claro que no —reí a carcajadas —y... ¿Tu tienes hijos? Si quieres no me respondas.

—Bueno, tenía una hija.

—¿Tenías? —pregunte con el ceño fruncido, esperándome lo peor.

—Ella falleció cuándo tenis seis años, su madre nos abandonó apenas ella nació, así que no hay mucho que contar —me dijo Ben, con una pequeña sonrisa forzada.

—Oh... Lo siento mucho, supongo que ya sabes que mi padre también nos abandonó, aunque hubiera preferido no conocerlo.

—El pasado es pasado, Becca, ya no solo tienes a tu madre a lado, puedes confiar en mi para lo que necesites.

Sonreí, dándole un abrazo caluroso, que el también correspondió, tal vez fue cosa del destino, el perdió a su hija, yo perdí a mi padre, supongo que ahora nos complementamos.

—Me agrada esto —dijo mamá interrumpiendo el momento con su dulzura —¿Como van las galletas?

—Muy bien, de hecho son para mí pero como soy buena persona les daré solo tres a cada uno —dije riendo al ver sus rostros de ofendidos.

—Esto lo dejo pasar solo por su graduación —dijo mamá hacia Ben.

—Estoy de acuerdo —dijo Ben, cruzándose de brazos.

—Ahora vayamos a ver una película, no quiero pensar en mi largo discurso otra vez.

Luego de pasar un largo rato viendo la televisión, Ben se fue hacía su casa, diciéndome que prepararía una sorpresa por mi graduación y que mamá también estaba vinculada en ello.

Me quedé en mi habitación, aún sin poder dormir, siendo ya las doce y media de la noche, solo me quede sentada en mi cama observando la luz de la luna que entraba a mi habitación. Mañana daría un paso importante en mi vida, pronto me vendrían varias opciones por doquier, lo malo seria las decisiones que tome, sin embargo, aunque sean equivocadas, se que aprenderé de ello.

Haré sentir orgullosa a mi pequeña familia.

No Way » Jared LetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora