De vuelta en casa

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—¿Qué quieres, Klaus?

—Para empezar saber cómo pasó la noche Elena—la chica no podía articular palabra. Damon, al notar su pánico, se puso delante de ella y la escondió.

—Es un poco morboso hasta para ti, ¿no crees?

—Y para seguir, me gustaría que me dieras una buena razón para no arrancarte la cabeza aquí mismo—continuó, ignorando al moreno.

Antes de poder responder alguien clavó una jeringuilla en el cuello del Original, haciendo que cayera desplomado.

—Nadie amenaza a mi sobrina y sale con vida—espetó Jenna con asco al cuerpo inconsciente del rubio. Damon parpadeó varias veces para asegurarse de que aquello era real. ¿Cómo habían llegado tan rápido? Elena seguía en shock y no se movió ni dijo nada, solo observaba atónita a la rubia que había aparecido detrás de Klaus.

—¿Jenna? Espera, si tú estás aquí...—alguien llegó corriendo desde la esquina del pasillo.

—Ya estoy, perdona por el retraso...—se calló al ver al moreno mirándole fríamente—Hola, Damon.

—Judas ha vuelto, por lo que veo—se hizo un silencio sepulcral. Tras unos segundos, Ric y Damon se fueron acercando lentamente con semblante serio. El ambiente se podía cortar con el mínimo movimiento. Se miraron desafiantes unos instantes antes de echarse a reír y abrazarse con fuerza. Jenna resopló y soltó una pequeña risa.

—Te he echado de menos, colega.

—Yo también, pero había que arreglar unos asuntos por Mystic Falls.

—Chicos, ya os habéis saludado y todo ha sido precioso, ahora centraos en lo importante—Jenna se interpuso entre los dos y se dirigió hacia la castaña, quien aún estaba con la mirada perdida y temblando levemente—Elena, sé que no me recuerdas de nada, pero necesito que vengas conmigo—al fin reaccionó y la miró. Los ojos se le cristalizaron y por un momento su labio inferior tembló, pero en seguida se recompuso.

—¿Ir a dónde?—miró por encima de su hombro para pedirle a Damon una explicación.

—Nos ayudarán a protegerte de Klaus, tranquila.

—¿Y qué pasa con Andie? No puedo dejarla con él—notó cómo se le iba formando un nudo más fuerte que el anterior en la garganta, impidiéndole hablar.

—No te preocupes por eso, está a salvo. Me he encargado personalmente.

—Elena—intervino Ric—No podemos obligarte a venir con nosotros, pero debes decidir rápido. Klaus no tardará en despertar.

La castaña meditó unos segundos, pero recordando todo lo que había pasado y los descubrimientos que había hecho, aceptó.

***

—¿Así que tú eres mi tía y llevas cuidando de mí desde hace un par de años?

—Sí, exacto—Jenna rio ante la cara de sorpresa que puso Elena—Sé que es difícil de asimilar, pero lo solucionaremos—la castaña asintió y tomó una larga respiración, tratando de ordenar toda la nueva información que había recibido. Estaban en un jet de vuelta a Mystic Falls, donde podrían estar a salvo más fácilmente. Elena se quedó absorta en las nubes que sobrevolaban pensando en todo lo que había vivido esos meses. Siempre había notado que le faltaba algo. No había sabido identificarlo, pero nunca le había dado demasiada importancia. Aunque Klaus le había concedido todos sus caprichos y se había ocupado de que no le faltara nada, jamás se había sentido plena. Cuando estaba con él no se sentía del todo a gusto.

El Doctor de Ojos Azules [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora