El sol del atardecer nos dio el panorama perfecto para sacarnos una magnífica foto frente a la Torre Eiffel. Nos situamos al borde de la plataforma en la que estábamos subidos, Damon sacó el móvil y nos sacamos varias fotos riendo, haciendo muecas y, cómo no, besándonos.
Era el segundo día que pasábamos en París, y nada podía ir mejor. Después de que Enzo nos recogiera y nos dejara en el hotel, Damon y él se reunieron con varias personas para ultimar los detalles de la ceremonia que traería a Ric de vuelta. Al parecer había una tribu muy antigua escondida en los bosques franceses que podía ayudarnos a traer a un hombre lobo—brujo de entre los muertos. Sí, podía sonar muy loco y raro, pero Ric era una mezcla de hombre lobo y brujo, solo que nunca activó su gen canino, y hace muchos años que había renunciado a la magia, pero seguía teniéndola a su disposición. Klaus al parecer cumplió con su promesa y me salvó, pero aún no había venido a cobrar el precio. Aunque las cosas estuvieran en calma, no podíamos relajarnos.
—Hey, ¿estás bien? Te noto dispersa—parpadeé un par de veces y me fijé en aquellos ojos azules que me miraban preocupados. Sonreí y le di un ligero apretón a nuestras manos entrelazadas.
—Sí, estoy bien—besé su mejilla—solo estaba recordando cosas.
—¿Otro recuerdo nuevo?—parecía sorprendido y no le culpaba, hasta a mí se me hacía raro recordar cosas nuevas. Al parecer ya había recuperado toda mi memoria, pero aún había detalles que se me escapaban y venían cuando menos me lo esperaba.
—No, estaba recordando cómo hemos llegado hasta aquí—me dedicó una leve sonrisa y soltó una deliciosa carcajada.
—Ni yo recuerdo cómo hemos llegado hasta aquí, han pasado demasiadas cosas.
Seguimos hablando mientras caminábamos por los Campos Elíseos, disfrutando de la fragancia de la ciudad y del remanso de paz que se respiraba.
Pronto anocheció, así que fuimos a cenar a un restaurante cerca del hotel. Noté a Damon bastante pensativo, más de lo normal, parecía preocupado por algo.
—Damon, ¿estás bien?—tomé su mano por encima de la mesa y la estreché. Él pegó un respingo, dejó de mirar el punto fijo de la pared en el que estaba absorto y me miró.
—Sí, tranquila, solo estaba recordando algo—me devolvió el apretón y me dedicó una sonrisa suave.
—Cliché—soltó una risa suave y pareció relajarse.
—De verdad, solo estaba recordando. ¿Te acuerdas de la azafata del avión que no dejaba de mirarme?—asentí con una mueca de desagrado. Aquella tipa no había dejado de mirarle y devorarle con los ojos en todo el viaje, incluso habiendo estado dormida lo noté—Pues me pareció verla en los jardines de la Torre Eiffel.
—¿En serio? Eso es raro...
—Desde que salimos de Mystic Falls tuve la sensación de que nos estaban observando, pero no quise darle mayor importancia—parpadeé algo confusa. ¿Por qué no me lo había dicho antes? Ya decía yo que la calma estaba durando mucho—Pero no me hagas caso, es solo que he dormido muy poco y mi mente es muy paranoica—me dijo con una sonrisa. Traté de devolvérsela para calmarle, pero estoy segura de que solo me salió una mueca. Por suerte llegó la camarera con nuestra cena y pudimos distraernos fácilmente, aunque no dejaba de darle vueltas a lo que había dicho.
Damon
Miré a mi izquierda, donde una Elena completamente dormida se abrazaba a mi torso desnudo. Sentir su respiración en mi cuello era un placer exquisito, pero hoy no servía para tranquilizarme. Desde que vi a la azafata en los jardines de la Torre Eiffel no podía dejar de darle vueltas.
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El Doctor de Ojos Azules [TERMINADA]
FanficElena despierta en un hospital, sin memoria. Poco a poco irá recordando experiencias, personas, el por qué de su amnesia...Pero, ¿podrá soportarlo? Su médico, un apuesto moreno ojiazul, se entregará en cuerpo y alma para ayudarla. Os animo a descub...