El Doctor de Ojos Azules [TERMINADA]

El comienzo (especial 3 000 lecturas)

Mystic Falls

2 años atrás

—Caroline, ya te he dicho que no puedo ir—sostengo con una mano mi teléfono mientras con la otra trato de cerrar la pequeña maleta que está a reventar—Iré con Aaron a la cabaña del lago a pasar el fin de semana, ya te lo dije.

—Elena, hace mucho que no vienes a una fiesta, ¿no puedes retrasar ese viaje?—ruedo los ojos y suspiro.

—Sabes que necesitamos este viaje, Care...—intento hacerla entrar en razón mientras hago fuerzas para cerrar la maleta. Mi amiga resopla y se queda unos segundos en silencio.

—Está bien, que disfrutéis en ese viaje—me espeta claramente molesta y cuelga sin darme oportunidad de disculparme y despedirme. Suspiro y dejo el teléfono a un lado.

Tras unos minutos consigo cerrar la maldita maleta. Miro a mi alrededor, observando mi habitación medio vacía. Solo son dos días, pero una nunca sabe lo que va a necesitar, ¿no?

Bajo al salón y me sirvo un vaso de zumo mientras espero a que Aaron venga a buscarme, en cualquier momento estará aquí.

Diez minutos. Veinte minutos. Una hora. Dos horas y media.

Mi teléfono vibra y pego un brinco.

Me ha surgido un imprevisto y no podré ir al lago. Lo siento.

Ya te llamaré—Aaron

Resoplo y tiro el móvil sobre el sofá. Me paso las manos por la cara, meditando qué narices puedo hacer ahora.

Veo que aún falta media hora para la fiesta de Caroline, así que decido olvidarme un poco de la mierda de situación en la que estoy con mi novio y subo a prepararme.

La música amenaza con romperme los oídos y el olor a marihuana y alcohol me hace toser un par de veces. Vaya, Care se ha pasado esta vez.

Camino chocando con varias personas hasta llegar al jardín trasero. Al fin un poco de aire fresco. Veo a un chico apoyado en un árbol, alejado de todos y bebiendo de una botella de bourbon.

Lleva unos vaqueros negros ajustados, unos botines, una camiseta blanca básica que se le pega al torso y una chaqueta de cuero. El look le queda de infarto. No puedo evitar sentirme atraída hacia él; esa aura misteriosa que le rodeaba, ese aire triste y solitario...

Antes de darme cuenta ya estoy a un par de metros de él. Al notar mi presencia se gira y me mira algo sorprendido y curioso.

—¿Tú tampoco soportas a Taylor Swift?—su voz grave y profunda envía mil y una sensaciones a mi cuerpo y hace que me quede en blanco. Alza una ceja y me mira profundamente, esperando una respuesta.

—Soy más de David Guetta para una fiesta así—logro decir al final. Abre los ojos y acaba soltando una gran carcajada. No puedo evitar ponerme roja completa.

—Vaya, creí que dirías que eres más de Justin Bieber—me mira divertido y con esa gran sonrisa que me deja sin respiración. ¿Por qué mierdas me estoy sintiendo así con alguien a quien apenas conozco?

—No, ya pasé la etapa de adolescente demasiado hormonada—digo más tranquila. Asiente mirándome fijamente y sin dejar de sonreír, me ofrece un trago y encantada lo acepto.

—No te veo con ánimos de fiesta, ¿qué te trae por aquí?—me pregunta curioso.

—Necesidad de escapar—suspiro y él asiente sin dejar de mirarme.

—¿Problemas con el novio?—abro la boca impresionada.

—¿Cómo lo has sabido?—se encoge de hombros y pega un trago a la botella.