Víctima 12

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Mi compañero saltó, interponiéndose entre una bala y nuestro amigo.

Ridículo.

Vamos a morir todos igualmente.

Aunque admito que ha sido un movimiento noble de su parte.

La mujer puso los ojos en blanco y volvió a disparar.

Mi amigo miró el cuerpo de su mejor amigo con los ojos desorbitados. Cuando la bala le iba a dar, se hizo a un lado.

La asesina chasqueó la lengua y empiezó a disparar a lo loco.

Quizá salíamos vivos de esa.

Cargué mi pistola y apunté a la tipa. Luego recordé que con su traje no le afectaban las balas y me deprimí.

Debíamos atacar cuerpo a cuerpo.

Vi que ella estaba enfocada en mi amigo y me acerqué sigilosamente con un cuchillo que siempre guardaba en mi cinturon.

De repente, sin previo aviso, noté la punta del cañón en la frente y un estridente sonido me dejó sordo.

Todo se volvió blanco.

¿Es esto la muerte?

Parece que sí.

A través de los ojos de las víctimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora