Habían pasado ya dos meses. Estábamos en mi super-mansión teniendo una cena en familia.
Todos reían, alegres, ricos, con la barriga llena.
Yo no.
Yo soy depresiva.
Y encima no me hacían caso.
Me levanté para ver un rato la televisión. Al encenderla, vi que estaba el telediario. Vamos, las noticias. Y lo que contemplé con aparente indiferencia me puso la piel de punta.
Estaba mi hermano en el hospital. De título aparecían las palabras: Intento fallido de asesinato contra el presidente.
La mujer que presentaba estaba en la entrada del hospital y aparecían imágenes de mi hermano con un brazo escayolado y con los ojos cerrados.
Seguro que no era más que un rasguño.
Pero como es el presidente, todo se suspende para él.
Y ya estaba harta.
No quería seguir viviendo.
Por lo que me levanté de la mesa donde todos se lo pasaban de miedo riendo, bromeando y comiendo. Y subí las escaleras havia mi habitación.
Una vez allí, tenía dos opciones:
Tirarme desde el balcón de tres pisos y arriesgarme a sobrevivir.
O morir de sobredosis. Y arriesgarme a sobrevivir.Todo tenía contras.
¿No sería más fácil vivir?
¿Pero cómo hacerlo si todos creen que eres la hermanita querida del presidente, mimada y sin sentimientos?
Así que me tomé todo el bote de pastillas y rápidamente, como pude, fui hasta el balcón y salté.
Y nadie se dio cuenta hasta horas más tarde.
Y cuando lo hicieron ya era tarde.
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A través de los ojos de las víctimas
Action¿Y qué si una historia es narrada por las víctimas de un asesino o asesina que busca algo durante años? ¿Y por qué no darle las gracias a @claraguiob por la portada? ¿Y qué si no la copias, ni un poquito, siquiera, y comentas qué te pareció? ¿Deberí...