Víctima 33

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Joder.

Mi vida es una puta mierda.

Un padre que nos abandona cada vez más, una madre que no hace nada y que no quiere revelarme su pasado. Una hermana metomentodo. Una novia para cada noche y una oficial que es la que enseño en público. Un huevo de exámenes. Una polla de ejercicios. Profesores horribles. Comida basura por todos lados. Series y películas cada vez peores...

Bua, una vida de mierda.

Y encima se han ido al parque a jugar con el jodido coche rojo y los "mejores amigos" de Paula.

Me llega un mensaje.

"No volveré a casa. A ha asesinado a tu hermana. Te quiero aunque no se note. Cuidate; tu madre."

Ya. Y ahora se viene con teatros.

Me siento en mi escritorio y enciendo el ordenador. No es que me guste ver porno, pero no tengo cosa mejor que hacer.

Pasan los minutos, pasan las horas y ni Paula ni mi madre Helen vuelven. No es que esté preocupado, o algo. Solo tengo curiosidad.

Cojo el teléfono de casa (con el mío me cobrarían y paso) y marco el número de mi madre.

Me coje al tercer timbre.

-¿Diga?

-Soy Pepe.

-Ahhh.... El hijo de esta traidora... -su voz suena demasiado cerca. La siento muy cerca.

-¿Donde están?

-Tu hermanita en el hospital. Mis condolencias, me temo que no se recuperará. Y tu madre... Helen está escuchando la conversación llorando. Pero no te preocupes, Pepito.

-No me llames Pepito, cabrón.

-Tengo que decirte una cosa, chico -hace una pausa-. ¿Has tratado bien a tu madre?

-¡No! -escucho la voz de fondo de mi madre-. ¡No lo hagas, por favor. ¡Por favor!

-Tarde -oigo su voz. Pero no desde el teléfono. Miro por la ventana y veo a mi madre en a acera, acurrucada, sin poder hacer nada, en sock. Y veo la perfecta cara del hombre.

Y él es lo último que veo.

A través de los ojos de las víctimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora