Víctima 46

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Desde donde estoy, la sala de vigilancia, pudo observar todo.

Lo que más me llama la atención y lo que llevo observando desde que golpeó y noqueó a Noah es a una atractiva y valiente  mujer.

No tiengo ni puta idea de por qué lo hace. Y tampoco sé por qué no he avisado a mis compañeros de que una mujer va por ahí dejándonos K.O. Supongo que si la viérais os quedaríais anonadados como si de un importante partido se tratara o de si estubiérais viendo un momento importantísimo.

Tiene gracia y elegancia. Y tiene una idea clara a la que se dirige directamente.

Lo sé porque ha llegado hasta uno de nuestros más vagos y conflictivos guardias.

Está sentado con la pared en la pared, cabeceando... Nop, está todavía despierto, pero en cuanto se descuide se duerme. Está como si estuviera en la clase de biología.

-¡Agente! ¿Se puede saber qué coño está viendo? ¡¿Acaso no se da cuenta de que hay una persona vagando por la instalación y que ha noqueado a varios de tu grupo?!

Y fue en esa frase a la que se le unió:

-Quedas despedido de por vida. Ni se te ocurra volver aquí. Por tu culpa y tu vagancia nos hemos tenido que enterar por bica de otra persona lo que estaba ocurriendo. Ahora.... ¡¡largo!!

Y fue así como perdí mi trabajo.

A través de los ojos de las víctimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora