Víctima 17

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Yo, dentro de un taxi corriente, vi perfectamente cómo las balas atrapesaban las frentes de dos de los guarda espaldas. La tercera le dio a uno en el pecho de otro. Otra bala rozó el brazo del que quedaba, y otra me dio a mí.

Ah, pero no era una bala de francotirador. Era un simple bala corriente. Se oyó incluso el disparo. No llevaba silenciador.

Una chica cruzó en moto por la carretera y empezó a disparar a las ventanas de la limusina. No surtía efecto; a si que aceleró  y una de las balas que disparaba cruzó mi ventana abierta, aterrizando en mi pecho.

A través de los ojos de las víctimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora