Víctima 19

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No sé por qué razón tuve yo que morir. Tenía una familia, amigos, un marido al que amaba y un trabajo que, aunque ganase poco dinero, estaba bien.

Era una simple limpiadora de habitaciones del hotel más lujoso del mundo.

Simplemente pasó.

Barría tranquilamente la alfombra del pasillo 18 con mis auriculares puestos cuando una mujer atractiva me dijo que huyera de allí.

Yo no la creí, obviamente. ¿Quién creería a una mujer vestida completamente de negro que te habla por primera vez? Yo no lo hice.

La dije que no. Ella se encogió de hombros y siguió su camino a través del pasillo alfombrado.

A los pocos segundos, noté un golpe contra mi cabeza y caí contra el carrito de la limpieza, clavándome el palo de la fregona en el pecho.

A través de los ojos de las víctimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora