Víctima 23

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Empecé a llamar a todos las unidades disponibles.

Si iba a morir gente, al menos el presi estaría alive.

-Protocolo de emergencia número 1. Repito: protocolo de emergencia número 1. A todas las unidades: protocolo de emergencia número 1.

Así seguí unos segundos más, luego corrí upstairs  hacia el despacho del presi.

Me recibió una mujer vestida de negro, máscara incluida.

-¿Quién eres? -pregunté.

-La Muerte -respondió con calma.

Eché un vistazo hacia donde se encontraba el presi. Estaba sin ataduras, sin ninguna restrinción. Tampoco tenía teléfonos a mano.

¿La Muerte? había dicho ella. Pues si así era la muerte, bien podría yo matar gente para poder verla con más frecuencia.

-¿Es enserio? ¿Acaso soy objetivo de una broma oculta?

-No, querido, estás aquí para morir.

Y me disparó.

Y sentí un dolor insuperable en la cabeza.

Y la carpet se tiñó de rojo.

Y morí.

A través de los ojos de las víctimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora