Víctima 13

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Los que quedábamos fuimos rápidamente matados por aquella víbora sangrienta.

No recuerdo cómo fue; sucedió demasiado deprisa: los aullidos de mis compañeros, los disparos y la monótona voz de megafonía que repetía continuamente la misma cantinela. Empezó a sonar unos pitidos de cuenta atrás. A lo que la mujer se dispuso a manipular los cables para desactivarla.

Oh, pero fue imposible.

La bomba explotó.

Y nosotros volamos con ella.

A través de los ojos de las víctimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora