Algunos objetos en mi casa comenzaron a desaparecer. Mis padres tuvieron que empeñar algunas cosas y vender otras porque el proceso de encontrar empleo para mi padre estaba demorando. Mi madre comenzó a trabajar en una cafetería de una amiga suya y apenas podíamos pagar lo suficiente. Yo intentaba que ellos no gastaran tanto en mí y se centraran en gastos esenciales como los servicios y esas cosas.
En cuanto a Dev, lo evité durante días, fue difícil para mí, después de todo era uno de mis únicos amigos, lo apreciaba y bueno, no fue del todo grato enterarme de lo que había hecho después de años pensando en que era una persona distinta.
Otto se había hecho presente durante los últimos días, llegó directamente a mi mesa haciendo un gesto de asco a mi extraño desayuno, se veía muy apetecible.
Hablo de su desayuno, no de él.
Otto se sentó del lado contrario y captó mi gesto de anhelo porque empujó su bandeja en mi dirección mirando a otro lado, despreocupado. Como si ese gesto no hubiera sido lindo.
Llegué a pensar que él quería hacerse ver cómo un mujeriego y engreído. Nada más.
—¿Qué te trae por aquí, francesito?— pregunté y probé de su plato, estaba riquísimo. Gemí disfrutando de la comida.
El chico me miró mordiéndose el labio.
—No deberías hacer esos sonidos en mi presencia, Robin. No después de que te prometí que no iba a pasar nada entre tú y yo. Pónmela fácil.Se había aligerado el ambiente entre los dos, el chico de vez en cuando lanzaba esos comentarios como en broma y yo simplemente le ignoraba.
—¿Por qué no estás con tus amigos?— insistí señalando con la barbilla hacia la mesa donde se encontraban Maurice y Joy.
—Tuve una jodida pelea con ellos— se encogió de hombros sin mirarme. Tomó el tenedor de mi mano, y tomó un poco de comida de su bandeja. Comíamos del mismo lugar, por eso todos nos miraban.
Decidí no preguntarle.
—¿Tienes ya quien te traiga a la fiesta de aniversario? Puedo ofrecerme, pero no te emociones.
—Creía que asistir a esas cosas no era tu estilo— contesté tragando saliva.
—Puedo hacer una excepción si vas tú— él lo decía en otro sentido, estaba segura, pero no pude evitar sentirme nerviosa.
Rodé los ojos.
—No necesito que alguien me traiga. Y en cualquier caso, vendré con Eleine. Vivimos cerca.La verdad es que no habíamos concretado nada con Eleine, pero aún me sentía un poco nerviosa estando con él. Tenía miedo porque no sabía el límite de mis hormonas, y no quería caer como salmón a sus encantos uno de estos días, y serias más fácil si estuviésemos en un auto, solos.
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Never said to Heaven
Teen FictionAdvertencia: No te enamores de él. Una tarde en detención, un mujeriego, una chica borracha y una fiesta que ella olvidó. ¿Qué podría salir mal? Detrás de cada hombre hay un pasado. Detrás de cada chica hay un hombre que está siendo amado equivocad...