Run,Muggle,Run!

I

La ciudad se encontraba hecha un caos total. Era invierno y eventos extraños estaban sucediendo en lugares impredecibles y sin razones aparentes. Y,como siempre, hay una bomba detonadora que acaba con todo, en éste caso, un extraño humo negro sin formas coherentes andaba por toda la ciudad. Estaba totalmente maravillada, por ésto  comencé a correr a donde la mayoría de las personas se concentraba. Una capa brillante de algo era extendida alrededor  de la entrada de un edificio y de la entrada del subterráneo. Siempre he sido muy curiosa, demasiado. Esto me llevó a correr dentro de la cosa mágica que extendían, y antes de que se sellara contra el piso yo ya estaba dentro, probablemente era una mala idea, no me interesaba, debía saber que estaba pasando,era magia, ya no soy una niña pero toda mi vida he creído fielmente en que hay gente por ahí haciendo magia.  Eso y que había visto animales muy extraños estos días por ahí como si nada.

Magia. De esto hablaban todos esos salemers,los magos,las brujas, hablando de ellos como si fueran seres malignos que solo nos pueden hacer daño. Era increíble, era simplemente emocionante.
Corrí siguiendo a  los  que suponía eran magos vestidos con gabardinas, se dirigían al subterráneo.

Los últimos escalones los bajé de forma lenta y discreta, tenía que calmarme para que mi respiración no fuera escuchada. Los magos aún no llegaban ahí, solo pude ver el humo negro pegado en la pared.

Quizás no había nadie.

Esperé un poco más y fue cuando un hombre de pelo castaño se levantó de entre las vías observando todo, mi atención se fijó en él unos segundos antes de que otra persona llegara desde atrás, provocando que el extraño humo de gran densidad se volviera loco.

Estaban hablando con el humo. Espera,¿Están hablando con el humo?, sí, estaban hablando con el humo. No podía entender lo que decían debido a la distancia, pero parecía algo importante, el castaño tenía los ojos bien abiertos e intentaba acercase aún más al humo.Los magos aparecieron en parvada desde dentro del túnel, aún más magos, no puede ser, son tantos y sorprendentes, si no estuviera oculta probablemente gritaría de la emoción.

—¡No!—Gritó el castaño mientras los otros magos acababan de hacer lo que fuera que estaban haciendo con el humo y  los extraños rayos que salían de sus varitas aparecieron.

Cuando parecía que habían acabado con el humo,el mismo chico de gabardina azul y pelo café caminó a los restos del humo,que por momentos parecía tener un humano dentro,parecía  mas una escena triste que aterradora.

Estaba agitada por la sorpresa y admiración, había dejado de controlar mi respiración hacia un minuto.

Todos los magos se empezaron a reunir en el anden, eso era demasiado cercano a donde yo estaba,tuve que alejarme sin hacer ruido pero volví a pegarme a la pared en cuanto estuve en la escalera.

Había gritos una que otra vez,alguien se aproximó a las escaleras,gritaron y luego volvió.
Volvió a gritar y siguió hablando como histérico.Caminaron,subieron las escalera que estaban a mi lado y suspiré con alivio.

Había sido un rato de tensión muy grande.

Creí que ya había acabado.¡ Ay!,¡Pero los magos siempre traen algo bajo la manga!,¡ja!,chiste, vale,ya.

El chico de pelo castaño se paró junto con una mujer,dos chicas,un hombre  y otras cuántas personas de gabardina. No comprendía lo que decían, de verdad quería escuchar, solo podía echar un par de vistazos pero no demasiado seguido ya que podrían notar mi presencia.

Aquel castaño de chaqueta azul parecía hablar con su maleta que ahora estaba abierta y en el suelo, vuelvo a esconderme y asomo muy poco la cabeza, tal vez solo lo suficiente para que alguien pudiera ver un ojo si se les ocurría revisar.

—¡Frank!—Un ave parecida a un águila pero más grande, con más alas, dos colas largas y delgadas salió haciendo un gran estruendo con sus alas.

—Wow—Dejé escapar mi admiración ya que nadie iba a oírme.

La mujer rubia volvió sus ojos hacia donde estaba y me pegué bien a la pared,con miedo. Nadie se acercó después de aquello así que me confíe y volví a acercarme para ver. 

—Estaba esperando llegar a Arizona, pero ...—hizo una mueca y se acercó al ave. Comenzó a chocar su cabeza con la de la extraña criatura con amor,tanto que hasta me dio ternura.

—Ya sabes lo que tienes que hacer,Frank—le dio ,en el pico, un pequeño tubo de ensayo lleno de un líquido azul vibrante. El ave salió volando por el techo destruido y minutos después estaba  lloviendo.

Siguió hablando unas cuantas frases entre ellos,que no podía escuchar gracias a que estaba pegada a la pared con miedo.

Sólo logré escuchar términos raros como,nomaj...o eso que dijeron,pero el que me dio pánico fue el "desmemorizar" a el "no mago". ¡¿Y si me habían descubierto?!. No puede ser, si me descubrieron no sé que puedan hacerme. 

No,no me descubrieron. Pero me pareció demasiado sospechoso que hablaran de eso cuando acababan de mandar un ave a no sé que cosa que al parecer ella ya sabia.

Todo se quedó en silencio después de un rato. Me asomé al mismo lugar donde hace unos minutos un drama había sido representado y estaba vacío en su totalidad. Subí las escaleras con cuidado,no iba a mojar mi nuevo abrigo así que me quedé sentada a unos metros de la entrada hasta que dejó de llover.