Run,Muggle,Run!

XXI

Newton Scamander:

Hace solo unos momentos logré encontrar a la persona que buscaba. Creía que era lo indicado hablarle a él sobre la situación, ya que, después de todo, había sido expulsado y no tenía ningún derecho de irrumpir aquí así. Aunque lo hice porque era urgente.

Albus Dumbledore, él fue el único que se opuso a que me expulsaran y que, quiero creer, aún me aprecia en Hogwarts.

Tras tomar aliento e incluso sacar el cabello de mis ojos con cuidado, pude contarle, de forma poco precisa, la razón de mi presencia.

—...¿Estás seguro? —me mira con cierta calma en sus acciones—

-—Sí, señor, yo...vine con una pariente directa de los Montecraw—le miro— no es de por aquí,pero creo que puede ayudar a controlar esto

—¿Una pariente directa?, ¿Cuál es el nombre de la chica que buscan?

Hablaba con calma,como casi siempre.

—La mujer con la que vine se llama Ginebra, no sabe mucho sobre lo qué pasa pero...—miro a un lado antes de tragar saliva y volver a verlo— parece que la chica que estamos buscando se llama Noa...Montecraw, supongo

— Noa...—parece pensarlo con mucha fuerza con su mano en su barbilla antes de mirarme— No estoy seguro, pero parece que ese apellido lo he oído en Ravenclaw

Bajo la mirada a mi maletín mientras intento pensar en qué hacer ahora. Sin embargo, acabo pensando en cómo se supone realmente que Ginebra podría haber encontrado a Noa cuando no tiene ni idea de las casas de esta escuela. Levanto la mirada cuando el profesor Dumbledore me habla nuevamente.

—Con la mayoría de los alumnos a esta edad no se puede razonar, ¿Contigo tampoco o si Newt? —trago saliva evitando s mirada—Puedo creer que viniste hasta aquí con un problema familiar como costó extra por ayudar a u vieja escuela; o puedo creer la verdad y aceptar que quieres quedarte el basilisco una vez que esto acabe—- se levantó de la silla donde estaba— Aunque no necesitas saberlo, voy a elegir la primera opción y tomar esto como un acto de gentileza y apoyarte en lo que pueda.

Le sonrío suavemente mientras mantengo la cabeza un poco baja y asiento.

—Se lo agradezco, Señor...pero sería bueno si nos apresuramos. Creo que cometí un error

—¿Un error?

—Dejé a mi acompañante sola en busca de alguien