XLVI

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Gine mira por la ventana a Noah, Queenie y Jacob. El aire era muy fresco y como sus pertenencias si habían tenido que ser envidas por barco, solo un abrigo era lo que usaba sobre su ropa de dormir ahora mismo.

—Queenie...—comienza a hablar él y ella lo calla con un "shh"

—No creas que un vidrio no la deja escuchar—se da la vuelta en el pequeño balcón y se recarga en la baranda, mirando a la calle— Pero sí, es obvio lo que pasa con su boda y todo eso...

Y Newton trata de comprender en el silencio. Estaba prohibido casarse o relacionarse con algún muggle, por eso, durante al menos unos 10 segundos; Newton trata de imaginar cómo hubiera sido si Ginebra no hubiera resultado ser una bruja. Hubiera sido realmente duro para él, de eso estaba seguro.

—Nos conocimos en la panadería—comienza a contar ella con una pequeña sonrisa—Y recordamos habernos visto antes por ti 

Newt realmente encontraba curioso cómo habían terminado de aquella manera, sin embargo, en lo único que podía pensar y se acababa de quedar estancado en su mente era la palabra "Boda".

Su hermano ya estaba comprometido con Leta, ¿Era demasiado apresurado querer estarlo con Gine? ¿Cómo siquiera tenía el valor de imaginarlo?

—Ahora que de verdad estoy de vuelta y es para quedarme...Sé que no son buenos tiempos para pedirte estas cosas, Newton—Ginebra suelta una pequeña risa y juguetea con sus dedos— Incluso en Estados Unidos he comenzado a escuchar muchas cosas sobre este mago malvado o lo que sea y no quisiera hacer esto en estas circunstancias...

La enorme palabrería que Gine estaba soltando se podía resumir de una forma fabulosa. Aunque el poco valor que había acumulado parecía haberse esfumado.

—Yo quería saber si te interesaría...ser parte de mi vida y la de Noah de forma permanente

Newton Scamander deja de mirar hacia abajo, detiene los pequeños movimientos de sus dedos en su brazo y la observa con ojos brillantes. 

—¿Lo dices enserio?

Montecraw sonríe en cuanto nota aquel brillo en su mirada y asiente rápidamente.

—Sé que soy torpe y demasiado problemática, y quizás haya malinterpretado todo. Pero yo enserio, enserio...—sus manos se vuelven puños en el aire cerca de su regazo y suelta un suspiro— Quiero estar contigo,Newt

La repentina timidez y emoción inunda la atmósfera, llenando de esperanza a la Ciudad dentro de todo el desastre que se aproximaba.

Aunque Scamander no parece ser capaz de buscar una mejor respuesta que "Sí",  sus manos comienzan a hacerse de autocontrol y guían sus torpes pasos hasta las solapas del abrigo de Gine. Una vez las tiene tomadas con algo de fuerza, es ella quien, con una gran sonrisa, acerca sus labios a los de él y pone la mano en su mejilla.


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