XXV

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—Sí, ya te lo dije, Nueva York no tiene las casas tan bonitas qué hay en Londres y...—miro como la chica rubia parece estar teniendo problemas porque ha dejado de caminar. Quizás no debí pedirle que arrastrara a Noa por toda la escuela mientras buscamos a Scamander— ¿Vas bien?

—Uhm, señorita Montecraw...—nos miramos y ella traga saliva para luego ver a Noa—

Mi prima estaba despertando. Me acerco con rapidez y con mi mano libre le palmeo la mejilla suavemente.

—Oye, Noa—le llamo hasta asustada, esperaba no haberle hecho daño de alguna forma. No exageraba cuando decía que mis manos estaban temblando y mi nariz quizás estaba roja— ¿Estas bien?

Noa me ve fijamente por un corto periodo de tiempo antes de comenzar a llorar desconsoladamente. Me confundo tanto al momento que no puedo hacer más que mirar de un lado a otro como si buscara algo. La chica de cabello rubio parece tener ganas de aventar a Noa a un lado e irse.

Justo en ese momento, cuando me planteo el meterle algo en la boca a la niña, escucho una secuencia de pasos aproximándose. Volteo alarmada, pero al momento en que veo una maleta muy conocida y un bonito abrigo azul, vuelvo a respirar como se debe.

—¡Señor Scamander!—llamo y levanto mi mano como si hubiera alguna razón para que no pudiera verme. En ese momento mi buena amiga caucásica pega un grito de sorpresa cuando cierto niffler se sube hasta su brazo y le intenta quitar un colgante brillante de su cuello, al no lograrlo, salta hasta entrar en el bolsillo de mi abrigo— Oh, Hola...—le miro nuevamente —¿Se ha salido solo él de la maleta?,no estamos en más problemas,¿o si?

Por primera vez desde que lo he conocido, puedo verlo directamente a los ojos; esto solamente porque él parece tan emocionado al momento que ha caminado hasta mí con rapidez. Ahora, parece estar analizando cada detalle de mi cara con rapidez y sonríe de lado. Realmente es sorprendente lo bien que se ve despeinado.

Cuando por fin deja de mirarme a mí, su vista se enfoca a mi costado.

—...Ella...—señalo detrás mío— Es Noa —volteo lentamente y me encuentro con Noa y la chica rubia paradas una junto a la otra. Me apresuro a hacerle señas a la desconocida para que se vaya y solo veo como se va corriendo por el pasillo y deja a Noa llorando ahí — Se ve más bonita cuando no llora —me acerco a tomarla de los hombros con una mano y sonrío suavemente —

En cuanto mi prima ha mirado a Newt pareciera que se olvidó de llorar. Entonces me toma de la ropa y habla:

—¿Es él?,dijiste que alguien iba a ayudar a mi papá, ¿Es él?

Si bien podía decir algo como "Eso fue antes de que ignoraras mis palabras y decidieras intentar dejar una serpiente de tamaño colosal en tu escuela, ahora olvídalo", decidí simplemente asentir. Aunque realmente no tenía idea de si él podía ayudar en algo o no.

—Claro que es él—la miro— ¿Ves?, me ha buscado tan duro, él puede hacerlo todo —me acerco a darle la otra maleta a Newt con una mirada clave y le sonrío a ambos—

Entonces, cuando teníamos planes de algo más, mi escarbato favorito decidió salirse de mi bolsillo e intentar huir. Sabía lo que eso conllevaba y ni estaba dispuesta a buscarlo por todo Hogwarts, quizás por eso mismo... salí corriendo como loca tras él y me lancé encima para atraparlo.

La imagen debió haber sido tan salvaje que Noa y Newt me estaban mirando de formas muy extrañas.

—Newton—le sonrío desde el piso y luego levanto al pequeño animalito— ¡Lo atrapé!

Run,Muggle,Run!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora