Run,Muggle,Run!

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Por las nueces de mi abuelo, ¿Él sabía que yo terminaría aquí?,¿Cómo?,¿Porqué?, y lo más importante, ¿Cómo pudo confiar en que yo encontraría esa nota y no alguien más?.

Mis dedos palpan el papel viejo, aun a pesar del tiempo lo reconocía.

Era Junio,antes de mi cumpleaños número 11, faltaban solo 6 años para que mi abuelo ya no estuviera conmigo pero claro que yo no lo sabía. Estaba acostada en la alfombra color oliva de la sala de estar, donde solía pasar gran parte de mis tardes después de la escuela, haciendo dibujos feos con una pluma cara que el abuelo me había regalado, él llegó a sentarse en el sofá de mi costado con sus anteojos puestos y un libro en mano.

—¿Qué es eso?—preguntó viendo mis trazos poco coherentes. Una sonrisa paterna en su cara que me calmaba.

—No lo sé,¿Qué parece para ti?—le doy el trozo de papel para que lo vea.

—¿Será un elefante?

—No—me rio al escucharlo, no podía ser un elefante, en el zoo no lucían así.

—¿Una...serpiente?—pregunta esta vez algo curioso y yo asiento rápido

—Como con las que hablamos en el zoo,Abuelo.

Sonrió tras unos segundos y me volvió a mirar.

—¿Puedo quedarme con el dibujo,Gi?
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—Claro, pero es muy feo,¿Estás seguro?—pregunto riendo y él me sigue aquella risa aun después de acercarse a donde estoy y tomar mi pluma con cuidado, escribe algo en la parte trasera de la hoja pero no logro verlo—¿Qué haces,abuelo?

—Solo escribo algo importante aquí, así se hará un dibujo con relevancia para mí,¿No crees?

—Ah, como tu cuaderno de notas

—Sí

—Woah, pero ese cuaderno es muy mega importante

—Ahora esto también—eleva el dibujo y sonríe

Volteo con cuidado el papel,como si temiera que desapareciera de entre mis dedos. Una vez de espaldas, ahí está, mi horrible dibujo.

Pongo una mano sobre el escritorio para lograr mantenerme de pie, este era un golpe duro para mí. ¿Qué tanto podía confiar en mi abuelo y qué tanto sabía él?. Inlcuso me había enseñado a hablar pársel —¿Si se llamaba así?—haciéndome creer que era un juego tonto, me ocultó cosas durante toda mi vida. ¿Es por eso que la abuela jamás había si quiera fijado su vista en mí?,¿Qué había de malo en mi?.

-—Ginebra—escucho la voz de Newton llamarme casi en un susurro, sacude mi hombro y volteo a verlo de golpe. Parece no entender del todo pero sabe que algo anda mal—Deberías sentarte...—casi me suplica mientras toma mi antebrazo con cuidado y me guía hasta la silla.

Lo veo a los ojos.

—¿Qué se supone que soy?