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Bajé por unas escaleras de madera demasiado angostas, cuidando cada paso para no caerme, no sabía qué había abajo o qué tan lejos del suelo estaba realmente. Al tocar la madera del piso de...¿La maleta?,volteé lentamente y me encontré con un Newton acomodando algunas cosas en una gran mesa llena de extraños objetos que a simple vista no podía adivinar qué era ni uno solo.

—Oh,cierra,por favor— me esquivó por un centímetro para no llegar a tocarme y subió como mono a la escalera para cerrar...la puerta, la maleta , o lo que sea esto. Bajó y me sonrió satisfecho mientras mi cabeza ahora mismo tenía dentro un mono vestido de cirquero golpeando dos platillos.

Que equivocada estaba al suponer que decía lo de su vida en un maleta de forma sentimental.

—¿Quieres darme tu abrigo?—él evitaba mantener el contacto visual a toda costa, apartaba la vista cada cierto tiempo y a veces simplemente decidía no volver a fijarla en mí ni mucho menos en mis ojos. Aún así, mantuvo su mano firmemente extendida hacia mi a espera de mi prenda.

Era un rarito, Dios, pero era muy amable.

—Ehh,sí—Me quité el abrigo lentamente tras pensarlo un segundo y él lo tomó velozmente,como si quisiera estar lejos, como si todo esto fuera incómodo, lo llevó a un pequeño perchero donde estaba el suyo y volvió a su mesa de trabajo a hacer lo que sea qué estaba haciendo. Verlo sin su abrigo inglés y solo en pantalón en camisa era realmente lo más cercano a una fantasía que una chica de mi edad podía tener.
Quiero decir, a mis 26 años me concebía como alguien joven, aún más considerando que jamás había tenido algo más allá de cortejos simples; cualquier interacción que yo tuviera con un hombre era por mucho una fantasía.

—¿Qué es esto, Señor Scamander?

—Esto es extracto de...—me mostraba un tubo de ensayo con algo raro dentro.

—Hablo de la maleta—le interrumpí de inmediato, no quería saber de qué era ese extracto, se veía asqueroso y seguramente no iba a entender nada de lo que dijera, así que simplemente fuí al grano. No tenía ganas de confundirme aún más.

—Es un encantamiento especial, te diría los pormenores pero tenemos algo de prisa

Fruncí el ceño al ver como salía por la puerta de lo que parecía su laboratorio y dejaba ver el paisaje del otro lado, me quedé completamente muda, ¿Se supone que todas las maletas encantadas tienen paisajes o algo así?. Debía conseguirme una.

Salí lentamente y quedé aun mas maravillada. Encantamientos, magia,magos, brujas. Un escalofrío recorre mi espalda y me obligo a volver a respirar.

—¡Vamos,muggle!.

Me tomó de la muñeca y corrió por una cubeta con algo rosado dentro. Aguarden, ¿Cómo acaba de llamarme?, suena a animal. ¡Bah!, "Señor Scamander" no se compara con "muggle" o lo que haya dicho, hasta hace poco aún era Señorita Montecraw y ahora tengo un apodo extraño del tipo con un mundo dentro de su maleta.

—Puede explorar un poco si quiere

—Bien— respondo con algo de duda ya dando media vuelta, al menos ahora tenía permiso de ser una fisgona y meterme un poco más en esto del mundo mágico.

—Solo tenga mucho cuidado—me miró algo severo pero sin quitar esa vibra que trampas mi tía todo el tiempo, y yo me fui antes de que comenzara a hablar con algo más que seguramente no era humano pero que igualmente era más importante que explicarle a la chica porqué había que tener cuidado.

Hay animales raros por todos lados,es tan magnífico... Y asqueroso,¿Eso es una caca?.

Vi algo parecido a un rinoceronte por ahí, seguramente de ese era la caca, un perezoso muy lindo durmiendo, bueno, al menos así era como yo lo veía, y bajo él unas pequeñas serpientes con alas. Serpientes,mis animales preferidos,pero, ¿Alas?, por favor, no era necesario, cualquiera con fobia a las serpientes ve esto y se tira por un acantilado.

Por suerte yo las amaba, me acerqué lentamente a ellas y me puse de rodillas para verlas más de cerca para emitir ese sonido raro que mi abuelo me enseñó como parte de un tonto juego que aún me parecía divertido.

El sonido de una cubeta que cayó al suelo me distrajo completamente tras unos segundos y solo pude divisar a Scamander mirándome estupefacto.
Por mi cabeza solamente cruzó que no debí haberme acercado a los animales y ahora me regañaría como un abuelo molesto, pero no.

-—¿Ha-Habla parsel?

¿Parsel?.

Run,Muggle,Run!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora