II

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Más asombrada no podía estar por lo que estaba viendo, cada edificio, auto,casa o estructura que hace unas pocas horas estaba totalmente destruido,torcido, prácticamente ya inexistente o inútil ahora está como nuevo, incluso debo admitir que mi apartamento se ve más iluminado, no me gusta tanta luz, pero de esto a que siga con un agujero en la pared definitivamente puedo soportar un poco más de luz de lo necesario.

Las personas están felices-bueno,normales porque no es como si la gente fuera feliz de verdad en algún punto de la vida o historia- seguían con sus vidas como si nada y es cuando me dí cuenta de que el "Desmemorizar" que aquellos magos habían repetido ayer por casi tres ocasiones se había realizado con éxito. Los restos de la lluvia se habían ido y parecía que ayer no pasó nada, ¡Pero vaya que pasó!, no puede ser, si esto sigue así voy a volverme loca, la gente no puede olvidar todo así nada más, yo misma estaba por tacharme de loca y convencerme de que todo era un sueño.

—¿Qué hizo el día de ayer,señor Fallon?.

—Nada interesante, la lluvia no me permitió salir de mi hogar.

¿Qué la lluvia qué?, por favor, esa lluvia no fue tan fuerte, además, si no me equivoco, ese señor Fallon vive al costado de la casona donde yo vivo, es mi vecino y su casa estaba destruida, ¿Qué si no salió?, ¡Ja!, anduvo gritando como loco por la calle con periódico en mano y únicamente vestido en calzoncillos mientras la policía llegaba al lugar. Yo ya no puedo conocer más a este tipo.

En búsqueda de respuestas veo los periódicos, "El Noviembre más lluvioso". Ya quisieran que solo fuera la lluvia lo que ha tocado el suelo de Nueva York en éste Noviembre.

¡Dios,claro que pasó todo eso!, ¡No soy una loca!. ¡¿Cómo pueden estar tan normales?!. Bueno, si aquellos magos tenían razón y yo escuché bien, ésto es justamente lo que querían que pasara, ni un testigo de aquellos desastrosos eventos, lamentablemente hay un pequeño error y su nombre es Ginebra. Gine, para los amigos, o sea, para nadie.

Seguí caminando cada vez más rápido, ahora me sentía paranoica, ¿Y si venían por mí?, ¿Y si me mataban?, podrían quitarme la memoria también, pero yo no quería que nada de esas opciones me sucediera, quería saberlo todo, no parecen peligrosos, no los que logré ver a los ojos si quiera, hasta me atrevería a decir que son amigables ya que se preocuparon por nosotros y arreglaron su desastre en silencio, eso no es algo que los típicos brujos y brujas que pertenecen a las historias que te cuentan en noche de brujas harían.

Salí a buscar a esos magos,si,literalmente a eso salí a la calle, no había más razón, las probabilidades de encontrar a uno solo eran -1 de 10, pero si yo era la única que recordaba todo, si yo logré pasar aquel campo de fuerza mágico, hay una maldita razón y me obligo a creer que se llama destino. Necesitaba saber mas de esto,¡es tan magnífico!.

Quizá los salemers podrían saber algo de esto—aunque no eran la mejor opción,eran la única que tenía en éstos momentos—.

Corrí a donde sabía que se encontraba su extraña casa. Parecía completamente reconstruida, ni un rasguño a la fachada, nada roto,pero podías darte cuenta desde metros de distancia de que estaba abandonada,nadie había abierto a pesar de que pasé casi 10 minutos tocando la puerta, ningún niño se acercaba a pedir comida, no había ruido en aquel lugar.

Todos,absolutamente todos, seguían con su vida, mientras yo estaba confundida,casi queriendo gritar "¡Despierten!". No quería convertirme en la loca de Nueva York siendo tan joven, ese era mi plan de vida a los 70, supongo que tendré que adelantarlo si las cosas no salen como quiero. El sol anunciaba, más tarde que pronto, que ya había estado recorriendo la ciudad a pie eso de 4 horas y ya no era plena mañana fresca, tenía sed.

Run,Muggle,Run!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora