Cierro mis ojos ante el placentero y cálido aire que golpea mi rostro, el sonido del canto de los pájaros y el sonido de las hojas, embriagan mis oídos y el olor al pasto recién cortado invade mis pulmones. Me siento tan contenta de regresar a casa, es lo que más anhelaba al terminar mis estudios universitarios.
Mi papá no ha dejado de sonreír desde que me recogió del aeropuerto y creo que soy su reflejo, él sujeta mi mano y le da un suave apretón mientras que yo apoyo mi mentón en la ventana de su camioneta.
Me emociono muchísimo cuando entramos al camino para nuestra hacienda, la cual queda en las afueras de Nashville, a tan solo a diez minutos de distancia. Miro las haciendas aledañas y la felicidad de los chicos montando a caballo con sus amigos, como siempre me trae recuerdos de mi infancia.
—Tu mamá preparó una deliciosa barbacoa, Dakota. —dice mi papá cuando gira en el camino y poco a poco nos acercamos a la hacienda.
—Es una de las tantas cosas que extrañé, papá.
Finalmente entramos en nuestro camino y en la compuerta principal, el nombre de la hacienda, "La Esperanza" nos recibe en grandes letras. Mi mamá y Jasmin ya nos están esperando en la entrada de la casa. En cuanto nos miran llegar ambas se abrazan y Jasmin da pequeños aplausos y saltos. Cuando mi papá estaciona, abro la puerta y salgo corriendo hasta donde están. Jasmin sale a mi encuentro y me abraza eufórica, me suelta y luego mi mamá me da un caluroso y fuerte abrazo.
— ¡Oh, mírate, Dakota! —dice mi mamá mientras me da una ligera inspección─. ¡Estoy tan contenta que finalmente estés en casa, cariño!
—Tu cabello luce un tono más claro. ¿Dónde están tus ondas naturales? —pregunta Jasmin tocando mi cabello.
—Con este calor y cuando me lave el cabello se habrán ido —contesto mientras le doy un abrazo, el clima de Nashville en Julio es muy caluroso así que solo es cuestión de tiempo para que las ondas de mi cabello regresen—. Me han hecho tanta falta —les digo a ambas.
Jasmin es mi amiga desde la infancia, sus papás viven a tres haciendas de nosotros y desde pequeñas nos hicimos muy unidas, pero nos separamos cuando entramos a la universidad, yo soñaba con ir a una universidad de Chicago y vivir el sueño juvenil, en cambio ella no quería salir de aquí, entonces se decidió por la universidad de Vanderbilt, para ambas fue muy duro porque era la primera vez que nos separábamos, pero después de todo, logramos sobrevivir.
— ¿Converse? —pregunta Jasmin con desdén al ver mi vestimenta—. Tienes que ir a guardarlos y regresar a las botas.
Ruedo los ojos mientras sonrío.
—Solo llevo como cinco minutos aquí y ya estás con tu actitud de mandona —le digo mientras me rio al igual que lo hacen ellas.
—Calma, Jasmin —le dice mi mamá—. Ya saldrá la chica vaquera que lleva dentro.
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Maravilloso Destino.
Romance¿Crees en el destino? Dakota Coleman no lo hacia, ella era de las chicas que no le daba mucha importancia, para ella, esa palabra era simple y escasa de significado, creía que un suceso de su vida no iba a lograr poner su mundo de cabeza, pero ha ll...