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No suelo dejar posdata en la cual les comento lo que siento por el capítulo, pero esta vez será un poco diferente. Es uno de mis capítulos favoritos por dos razones que ya las descubrirán, solo les diré que hay un momento especial no sólo para ellos, sino para mi también porque me siento tan orgullosa del resultado final. Dirán ¿De qué habla, Gaby? Pues ya lo verán, el día que  lo escribí no paraba de leerlo una y otra vez porque simplemente me encantó y me demuestra lo mucho que puedo mejorar como "escritora" con la práctica. Sin más preámbulos, disfrutenlo y nos vemos el Viernes 💕.


Mientras espero que mis papás terminen de conversar con el sacerdote de la iglesia, aprovecho para saludar a algunos conocidos y estoy a gusto con ellos, hasta que empiezan a contarme con demasiados detalles lo que ha sido de mis compañeros de secundaria, criticando aquellos con los cuales la vida no ha sido justa. No me gusta criticar a las personas y no me gusta menospreciarlas solo por el simple hecho que no han cumplido con los estándares que pone la sociedad, eso no te define como persona. Para mí, un buen corazón es lo que te define como persona.

─ ¿Recuerdas a Mary? ─me pregunta Alisson, una de mis ex compañeras de secundaria─. La chica que solía aparentar que era una santa, resulta que tiene un niño de dos años y lo peor es que no está casada

─ ¿En serio? ─pregunto con desdén y hastiada de escucharla.

─Si, es en serio. Tú tampoco te lo crees ¿verdad?

─No ─contesto─. En serio que estoy harta de escuchar las palabras venenosas que salen de tu boca.

Me mira como si tuviera dos cabezas o algo así.

─ ¿Disculpa? ─dice llevándose la mano a su pecho, abriendo su boca como si lo que acabo de decirle fuese una ofensa.

Ofensa es que esté en la iglesia hablando así de personas que no están para defenderse.

─El hecho de que estés en la iglesia no quiere decir que evitarás que te caiga un rayo.

Ella está en shock, y no suelo ser así de odiosa pero no iba a tolerar que hable de ellos de esa manera.

Escucho que alguien detrás de mí se carcajea, captando toda la atención de las pocas personas que se quedaron al terminar la misa. Alisson mira sobre mi hombro y yo giro sobre mis talones para encontrarme con Nathan cubriendo su boca para evitar reír, acto que hace que se ponga rojo como un tomate. Su piel es blanca haciendo que no pueda evitar ocultar lo mucho que lo divierte la situación.

─Lo siento señoritas. No pretendía interrumpirlas, pero tengo que admitir que eres la mejor, Dakota.

Presiono mis labios para evitar reír, pero verlo contener la risa hace que me ría tan fuerte y los dos partimos en grandes carcajadas obteniendo las malas miradas de todos a nuestro alrededor.

─Son un par de estúpidos ─espeta Alisson, dando vuelta y alejándose de nosotros.

─Eso sí que fue digno de ver ─dice mientras observamos cómo se aleja Alisson, echando chispas y tomando de la mano a su novio llevándolo a toda prisa a la salida─. Pobre chico. No tiene ni idea en lo que se está metiendo.

─Solo espero que se dé cuenta antes de que la lleve al altar o algo así ─replico, alejando la vista de la salida de la iglesia y girando mi rostro para verlo, pero él ya me ha llevado la delantera, ya que está mirándome fijamente con una sonrisa de medio lado que me hipnotiza.

─Cada vez que estoy contigo, descubro algo que me encanta y hace que me resista a alejarme de ti.

Estoy por contestar cuando sus papás se acercan para saludarme. La señora Stevens me saluda con un beso en la mejilla y me contempla de una manera que me hace sentir tímida.

Maravilloso Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora