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El resto de la tarde la pasé pensando en lo que pasó con Nathan, mi mente se ha despejado un poco

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El resto de la tarde la pasé pensando en lo que pasó con Nathan, mi mente se ha despejado un poco. Ahora sé que aunque es un buen chico, lo que pasa entre nosotros en meramente pasional y si no lo paro, siento que podría ser como mi perdición. Tal vez parezca dramático pensar así, pero me conozco y jamás he actuado ni sentido de esta manera como lo estoy haciendo con él, estoy consciente que me augura nada más que una caída libre, si estoy expuesta a sus encantos por mucho tiempo, por lo tanto, he tomado una decisión. Lo mejor para ambos es que las cosas se queden con el recuerdo de esos besos que se sintieron tan bien y tan vivos que hicieron arder cada parte de mi alma, y por lo mismo haré esto bien y no permitiré que me queme con su toque.

Accedí a venir a la fiesta porque Jasmin estaba muy entusiasmada al respecto, es la fiesta de la universidad de Vanderbilt que todo el mundo espera, por lo tanto, los chicos y chicas de Nashville sin duda alguna asisten.

Quien no estuviera acostumbrado a la vestimenta en Nashville, diría que jamás había visto a tantas chicas con diminutos shorts y camisas ombligueras reunidas en un mismo lugar, ni tantos chicos con camisas a cuadros y hebillas relucientes. Quien no viste de esta manera, es como ver el color rojo en un fondo negro, perceptible a simple vista. Todo el lugar huele a hormonas descontroladas y a cervezas desperdiciadas. Recorremos todo el granero en busca de solo Jasmin sabe que o quien. A nuestro paso, Jasmin se detiene varias veces para saludar a sus ex compañeros de la universidad y a muchos de sus conocidos, mientras que me presenta con ellos, en su mayoría son chicos agradables e intercambiamos unas palabras, elevando mi tono de voz para que pueda ser escuchada. La música country invade todo el lugar y en la pista improvisada de tablas hay parejas bailando a más no poder.

─ ¿Por qué las chicas de la fraternidad escogieron este lugar? ─comento mientras observo todo el granero─. Pudieron celebrar en una disco de la cuidad.

Jasmin me lanza una mirada desdeñosa, al tiempo que se apoya de mi hombro para gritar en mi oído.

─Es una jodida fiesta vaquera. ¿Por qué habría de haber sido en la ciudad?

Bueno, ella tiene un punto. Aunque las chicas de la fraternidad de la Universidad de Chicago jamás habrían elegido un lugar como este.

─Lo que tienes que hacer es dejar de comparar tus cuatro años en Chicago. Esto es lo que somos, Dakota ─gruñe mientras se va a la barra por unas cervezas, no tengo más opción que seguirla.

Zigzagueamos entre la multitud para poder llegar hasta la barra, con la suerte de nuestro lado llegamos, y el chico que la atiende, al ver a Jasmin, inmediatamente vuelca su atención en ella. Jasmin es una chica muy bonita, de tez blanca, con una melena rojiza y unos ojos azules que es difícil que pase desapercibida y muchas veces usa su belleza a su favor, como lo está haciendo en estos momentos, saliéndose de la barra con dos cervezas sin siquiera haber pagado por ellas.

─No digas nada ─me advierte levantando su dedo índice para hacerme callar, levanto mis manos demostrando que no diré absolutamente nada.

Ella vuelve su atención en todo nuestro alrededor.

Maravilloso Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora