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Al llegar a la oficina, una de las primeras cosas que he hecho por los últimos treinta días y creo que haré por los próximos meses, es revisar el mensaje de la noche anterior de Nathan donde simplemente dice que está bien, de esta manera, puedo iniciar con un poco de tranquilidad el día, pero esta vez será diferente ya que he olvidado mi celular en el apartamento.

La estúpida alarma no sonó y si no es por Karlie que me despertó, no habría llegado a tiempo a la reunión con el comité encargado de proyectos.

Después de pasar casi tres horas debatiendo entre los actores que podrían ser candidatos para la imagen de la nueva campaña de educación infantil, nos hemos dado un descanso y ahora me encuentro en mi escritorio, comiendo pretzels, acompañados de una soda.

Aprovecho el descanso para revisar mis correos y les doy prioridad a los que llevan por asunto "Urgente", verdaderamente de la mayoría, solo algunos en realidad merecen llevar dicho asunto ya que los demás han sido previamente abordados en la reunión.

Miro el reloj que marca las once de la mañana y me impaciento porque ya sea la hora de almuerzo para regresar al apartamento por mi celular, y con suerte haya algo preparado en el refrigerador.

Jenna entra mi oficina con dos tazas de café, pero al ver mi soda hace un gracioso puchero.

—Te has adelantado —dice señalando a la lata de Coca-Cola—. Lo bueno es que tendré dos cafés para mí sola —comenta riendo.

Jenna y yo no nos hemos hecho las compañeras de trabajo más íntimas de este mundo, pero nos llevamos muy bien, salimos de vez en cuando, sobre todo, no faltamos a los juegos de los Celtas, aunque en un principio ponía todo tipo de excusas para no asistir a los partidos por temor a encontrarme a Ian, terminé por darme cuenta que, viviendo en la misma ciudad, siempre existiría un cincuenta por ciento de posibilidades para encontrarlo y el otro cincuenta para no encontrarlo.

—Tenía ganas de unos pretzel, y prefiero la combinación de éstos con soda. ¿Quieres? —le ofrezco, generalmente no comparto estas delicias, pero dada lo ocasión claro que lo haré.

Jenna toma la bolsa, y saca un grupo, dejándolos todos en su regazo y agarra uno por uno.

—¿Qué tal ha estado la reunión? Cameron llegó con cara de pocos amigos.

—Está estresada porque tenemos el tiempo encima y todavía los del comité no llegan a un acuerdo.

—Supuse que era eso —dice llevándose a la boca un pretzel—. ¿Tienes preparada la lista de ejecución?

Asiento y tomo una servilleta para limpiar mis dedos y buscar en la computadora la lista. Suelo tener algunas ventanas webs abiertas, pero esta vez, una de ellas llama mi atención, y antes de ir a la carpeta de documentos doy clic a la página y es la del canal local de noticias, pero es el encabezado el cual pone mi piel de gallina:

"Ataque a escuadrón originario de la base de Texas"

Por un momento no me muevo, solo veo a la pantalla mientras la chica del canal da las noticias, transmiten un video de hace un mes, en el cual aparecen algunos de los compañeros de Nathan preparándose para abordar el avión, en el video también aparece Nathan abordando el avión, derribando la poca esperanza que tenía al ver que, efectivamente es parte del escuadrón del cual están hablando.

"Nuestras fuentes están verificando la veracidad de la noticia, pero todo apunta a que se trata de una emboscada".

Es lo que dice la chica.

La pantalla se va tornando borrosa a medida que mis ojos se empeñan de lágrimas.

—Dakota, ¿estás bien? —escucho la voz lejana de Jenna.

Maravilloso Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora