Machine Gun Kelly
Colson Baker
Un rapero conocido, un rebelde, un marihuanero, un egoísta, un talentoso artista, un grandioso ser humano. Las dudas y suposiciones acerca de él eran muchas y tal vez, sólo tal vez, estaba demasiado enamorada como para...
Me desperté algo desorientada. Miré a mi izquierda y la imagen hace que casi se me salga una carcajada o una mueca de asco. Lía se encontraba en un nido de sábanas, baba por todoa lados, parecía más medusa que otra cosa, esa chica tenía problemas.
Me levanté de la cama y miré hacia mi teléfono. 6:34 am. Justo a tiempo. Me dirigí al baño, específicamente a la ducha, tomé una toalla de Lía, un cepillo de dientes de uno de los gabinetes y me dispuse a hacer mis necesidades.
Al salir de la ducha realmente no había pensado bien el plan así que me dirigí al closet de Lía a elegir algo. Le dí un vistazo y estaba igual de dormida que antes. Me dispuse por una blusa holgada rosa, pantalones oscuros y unos tacones negros, gracias a Dios mi bolso Prada era negro.
Salí de la habitación ya vestida para ir al "cuarto de maquillaje". Pues les cuento; Diana había prácticamente obligado a Lía a que lo dejara sólo para maquillaje ya que todo lo que yo conseguía por mi trabajo, más lo que Diana compraba iba a parar allí hasta que fuera a usarse permanentemente. Sí, muy lógico todo.
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Era la segunda habitación, se encontraba llena de cosméticos, literalmente llena. Tomé asiento y me dispuse a alistarme. Algo simple. Base, delineador, lápiz, mascara y un pintalabios rojo suave. Iba a trabajar, no de fiesta. Mi cabello largo lo dejé suelto con ondas por mi espalda. Ya quería cortarlo y lo haría es sólo que me daba cierta pereza, en serio.
Bajé hacia la cocina a preparar algo de desayuno, normalmente sólo comería cereal, realmente aunque sé cocinar no es que ame hacerlo todo el día. Pero tenía hambre y pues, contra eso nada. Preparé huevos, pan tostado, café, jugo de naranja que la verdad estaba en el refrigerador y yogurt, vi a una casi dormida Lía bajar por las escaleras.
— Buen día, idiota.— dijo sentándose.
— Estúpida, ¿qué haces despierta a esta hora? No quiero tu humor mañanero, no.— le dije yo meintras bebía de mi vaso.
— Tengo hambre.— dijo simple. Y ¡Din, din, din, din, din! ¡Bingo! Sólo por eso estaba aquí. — Dame comida.—
— La comida ya está aquí, come inútil. — dije yo mientras terminaba.— Debo irme. — dije viendo el reloj. Eran las 7: 30 am. Agarré mi teléfono y bolso y me dispuse a salir del apartamento.
— ¡¡Ten un buen día o algo así!! — escuché sus gritos asomando au cabeza por la puerta de la cocina.
— Tú igual, ¡duerme super!— dije levantando mi dedo pulgar mientras salía. Putas niñas y sus vacaciones de verano, odiaba a todos y eso que hoy no era un mal día.
Llegué a la editora Gaffs and styles. La que pagaba mis cuentas la verdad pero amaba mi trabajo igual, básicamente era jefa de edición, me encargaba de clasificar los nuevos proyectos y escribir los artículos más importantes de la editora, la mayoría de "famosos", los cuales, personalmente, no eran mis más importantes. Me habían dado la oportunidad de publicar varios libros y artículos míos y realmente tenía buena fama por lo que ganaba muy bien en la misma.
