Capítulo XXX

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Desencuentro - Residente ft Soko

Llevaban más de treinta minutos en el auto de Baker, este sólo miraba a la carretera dándole pequeños reojos que a su vez, ella fingía ignorar. Miraba al frente, ni siquiera tenía paciencia para mirar hacia la ventana, los árboles pasando, el viento volando parte de su cabello ya que las ventanas del auto se encontraban abiertas. Estaba nerviosa, claro que lo estaba.

De pronto sintió como la velocidad del auto iba descendiendo, esta vez sí se atrevió a mirar por la ventana y le sorprendió encontrar que habían pasado horas desde que habían salido del apartamento, a tal forma que ya veía el sol ocultándose detrás de las grandes montañas del horizonte.

Muchos árboles los rodeaban, sólo verde se podía distinguir, el auto se detuvo, ella lo miró, su perfil marcándose cada vez más, seguía con sus manos al volante, las llaves del auto descansaban en la encimera del auto, su mirada estaba al frente y el pesamiento de Cassandra fue que inmediatamente pusiera un pie fuera de ese auto, este hombre, quien se atrevía a dejarla entrar, no iba a salir nunca más de su vida y se extrañó y asustó al notar que tampoco querría que lo hiciera.

Él, aún sin mirarla, abrió la puerta del piloto y salió del auto, Cassandra más confundida no podía estar, lo observó moverse ansioso hasta llegar a su puerta y abrirla, ofreciendo su mano para que la tomara, ella, sin dudar mucho, aceptó.

Comenzó a halarla sobre sus pies por el terreno de arena y piedras relativamente pequeñas en el que se encontraban, ella volteó su mirada hacia al auto, que yacía allí, mientras ellos se alejaban cada vez un poco más.

- ¿Puedes decirme ahora a dónde vamos? - no pudo evitar preguntar mientras las ramaa tocaban levemente su piel.

Él no respondió al instante pues la respuesta que quería Cassandra no podía ser dada, no aún.

Pocos pasos más bastaron para que llegaran a un camino de piedras, parecía bastante viejo y descuidado por el tiempo que suponía no había sido cruzado. Avanzaron hasta allí con bastante tranquilidad, puesto que las botas de tacón con los que contaba Cassandra en ese momento no ayudaban bastante.

No lo sabía, no me culpen.

Sus pensamientos fueron detenidos al darse cuenta de lo que tenía frente a sus ojos. Una pequeña cabaña rodeada de un extenso y ahora, descuidado jardín el cual se asemejaba al que su madre solía ver en revistas o en casa de sus amigas, en especial de Diana, cuya madre sólo se dedicaba a viajar y a vigilar su verdaderamente hermoso jardín.

(No es así pero sí es así, se lo dejo a su imaginación.)

La cabaña se veía algo vieja y deteriorada pero tenía aún esa llama que se decía de un hogar

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La cabaña se veía algo vieja y deteriorada pero tenía aún esa llama que se decía de un hogar. Al llegar al pie de las pequeñas y pocas escaleras del lugar volteó su mirada a un Baker que no dejaba de ver aquella choza con algo de nostalgia, la cual desapareció tan pronto como apareció.

Bad things || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora