Capítulo XLIV

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La policía entró en "silencio", entrando por sorpresa al edificio, Baker y el oficial se dirigieron juntos a la parte más recóndita del edificio.

Un sujeto no identificado comenzó a disparar desde uno de los últimos pisos del edificio, mientras que los policías del exterior trataban de estabilizar la situación, los disparos no se hicieron esperar, los oficiales lo neutralizaron al sorprenderle dentro de aquel piso. Intentó atacar pero fue acribillado a quemarropa en el lugar cayendo al suelo, muerto.

Los demás policías rodearon el lugar, revisaron el edificio, Rook y Rix acompañaron a unas testarudas Diana y Lía a la zona infestada por policías y personas curiosas que se habían reunido al lugar.

— Es mi hermana. — había mentido Diana para que los oficiales los dejaran pasar, mentira no era del todo, Cassandra sí era como su hermana.

Pasaron la cinta amarilla y corrieron al ver como un Baker desesperado corría hacia la ambulancia que esperaba en el lugar de los hechos.

Lograron ver como la introducían a la ambulancia y salían de inmediato.

—¡Maldición!— dijo Lía al ver que no llegaban.

— Iremos al hospital. — dijo Diana rápidamente. Uno de los agentes se ofreció a llevarla y con ella, a Rix.

Rook y Lía olvidaron sus problemas ese día, la chica no tenía cabeza para nada más que no fuera el bienestar de su amiga en ese momento. Se dirigieron al auto pero justo antes, el agente federal a cargo de la investigación de Frank los mandó a detener, varios agentes les dieron aviso y ellos se voltearon para conocer la razón de aquella situación.

— Lo sentimos señor Cappelletty, como sabrá hemosa registrado todo el edificio y hemos encontrado esto — el agente con voz gruesa y de decendencia asiática le ofreció una bolsa de evidencias, una billetera con el nombre "Johnny Cappelletty" en una vieja licencia más una foto de él y un bastante joven Rook en la derecha. Rook tragó saliva.

— ¿Qué hacía esto aquí?— el oficial suavizó su gesto y con voz rasposa le respondió— Lo encontramos en uno de los cuerpos.

En la revisión del edificio los federales habían encontrado un total de ocho cuerpos en diferentes lugares del edificio, las diferentes investigaciones estaban ya en marcha, la localización podría no ser una coincidencia o tal vez sí, debían reconocer que no tenían ni idea hasta cuál límite los cuerpos estaban invilucrados a Crafford, se hallaban con diferentes lesiones de bala muy recientes, también muertes a golpes o por supuesta sobredosis de droga, los forenses tendrían mucho trabajo.

El tirador había sido identificado como Max Crafford, hijo del occiso Frank Crafford.

Rook se encontraba junto a la bolsa negra a punto de reconocer el posible cadáver de su padre. La verdad era que Johnny había desaparecido hace años de la vida de su hijo, la mala vida, drogas y alcohol en su vida lo había llevado a la miseria y a Rook a vivir el mismísimo infierno.

Lía no encontraba palabras de consuelo, no sabía que hacer y sus sentimientos estaban más que encontrados, por un lado quería abrazarlo y decirlo que todo estaba bien pero por otro... Todo se sentía tan mal.

Tentó a agarrar el brazo de Rook, éste la miró por unos segundos saliendo de su ensoñación.

—Todo va a estar bien. — dijo sin estar ni un poco segura de sus propias palabras, odiaba ese sentimiento que sus ojos vacíos lograron provocar en ella.  Rook atinó a asentir y respiró profundo. Le indicó al hombre de bata blanca que estaba listo, el forense destapó la funda y un cabello gris se hizo presente.

Bad things || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora