Capítulo XXI

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Hace media hora que llegamos al hospital. Lía no ha dejado de llorar, a Violet se la han llevado a una habitación ya que le dio un ataque de pánico y yo sólo estoy aquí. Mirando a la nada, en especial al pasillo por el que espero que salga el doctor que me dirá: "La señorita Diana está bien. Sólo serán algunos puntos por la caída."

No quería ponerme a llorar antes de saber algo, no lo haría y las lágrimas de Lía sólo me ponían más nerviosa, sé que necesitaba un consuelo pero yo estaba igual o peor que ella.

- Cariño...- escuché una voz. Rook había llegado. Él había llamado a Lía y como ésta no podía hablar, le hablé yo y le expliqué todo. Baker se encontraba con él, a unos pasos de distancia de la pareja, Lía parecía cada vez más desesperada y se aferraba a él como su ancla.

Baker y yo cruzamos miradas pero eso fue todo. No estoy de ánimos para esto ahora. Los padres de Diana se encontraban de viaje, los llamé y ya se encuentran en camino.

Una enfermera tuvo la delicadeza de avisarme que hasta que ellos no llegaran, no podían darnos ninguna información acerca de su estado. Estado. Era ridículo, nosotras éramos más su familia que sus propios padres que vivían de viaje en viaje sólo recibiendo lo que quería Diana que ellos supiesen.

Tomé asiento en una de las salas de espera del hospital por primera vez desde que llegamos, ya habían pasado más de tres horas y nos estábamos desesperando. Lía había ido con Rook y Baker a por un café, yo preferí quedarme por si algo pasaba. No pasaba nada. Había llamado cientos de veces a los padres de Diana, las últimas no entraron, por lo que supuse, estaban en el avión. Me resigné a la idea de que sólo podíamos esperar. Esperar, odiaba esperar.

Tenía la cabeza entre ambas manos, hasta que alguien se arrodilló ante mí. Baker. Me ofreció un café y eso fue todo.

- ¿Sabes algo de sus padres? - preguntó Lía sin muchos ánimos, al menos ya había dejado de llorar.

- Están por llegar. - dije sin mirar a nadie.

- Es una mierda que no les digan nada. -

- Eso es lo que pasa cuando no eres familia de sangre en los hospitales, y sí, es una maldita mierda. - estaba frustrada, enojada, preocupada. Al menos tenía la certeza de que estaba viva, no harían tanto espectáculo por una muerta.

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Eran las seis de la mañana, no había pegado un ojo en toda la noche. Observé a Lía dormida en el hombro de Rook, Baker se había ido hace... no sé, realmente no me di cuenta.

Observé a un Lucas de traje y algunas chicas, amigas de Diana de la Agencia venían con él. No sé quién les avisó.

- Lía me avisó.- dijo respondiendo mi pregunta. -¿Han sabido algo? - preguntó acercándose a mí. Tomó mi mano y la rozó en forma de apoyo. Lo agradecí.

- No, estamos esperando a sus padres. -

- Por qué mierdas duran tanto? - yo me encogí de hombros.

Baker entró seguido de algunos chicos de la banda. Me sorprendió mucho pero así era Diana, se llevaba bien con todos. Rix/Kyle se acercó y me rodeó con sus brazos poniendo su barbilla encima de mi cabeza, al igual que Baker me llevaba varios centímetros.
Le respondí el abrazo y por primera vez desde que llegué a este lugar, dejé que las lágrimas salieran silenciosamente de mis ojos. Kyle me abrazó más fuerte y sentí como su mano subía y bajaba por mi espalda tranquilizándome.

- ¿Cómo está mi hija?! - escuché a Marta, la madre de Diana gritar en medio hospital. Me separé rápidamente de Kyle, limpié mis lágrimas y me dirigí a ella, que abrió sus brazos y me abrazó con lágrimas en sus ojos. Sí, tal vez no estaban mucho y no conocían bien a su hija pero la amaban, a su manera.

- Aún no sé nada. -

- Marcos ya fue por el doctor querida, ya veremos a mi niña. -

El señor O' Donell hablaba con el doctor a la distancia hasta que Lía y yo fuimos hacia ellos.
El doctor al vernos sugirió:

- No creo que sea prudente...-

- Está bien doctor, ellas son las mejores amigas de mi hija. Pueden y deben estar aquí. - el señor Marcos habló y en ese momento, muy en mi subconsciente quise besarle los pies. El doctor siguió hablando.

- Bueno, su hija fue intoxicada con
gamahidroxibutirato o GHB. -
Tanto el señor Marcos como nosotros estábamos impacientes por que nos dijera qué demonios pasaba.
- Su hija fue violada. - Observé a Lía y Marta taparse la boca mientras las lágrimas volvían a sus ojos, el señor Marcos sólo esperaba por lo demás con los puños apretados y una cara de tristeza profunda, yo, por mi lado había dejado de lado todo, pensé había dejado de respirar, pestañeé un poco para ahuyentar las rebeldes lágrimas y me concentré en el doctor.

- Los daños que sufrió por consecuencia a la violación podrían ser permanentes, eso aún no lo sabemos, usualmente las víctimas de estos ataques no recuerdan nada de lo sucedido, muchas veces, temporalmente. No recibió ninguna clase de golpe, por lo demás, está perfectamente. ¿Perfectamente?
Ya ha despertado, cuando quieran pueden pasar a verla.

Lía se había alejado unos pasos de mí, para cuando me dí cuenta estaba cerca de mí nuevamente y me rodeó con sus brazos mojando mi blusa con lágrimas espesas.

- Shhh... estaremos bien, juntas. Además, el doctor dijo que probablemente no se acuerde de nada. - y la abracé de vuelta.

Los padres de Diana ya habían entrado a verla.

Salieron; Marcos con una cara neutra. Una máscara. Marta, por otro lado, no parecía consciente a nada a su alrededor, agarrada al brazo de su esposo, parecía triste, hundida en su sentimiento.
El señor Marcos puso su mano en mi hombro.

- Estará bien. - yo asentí dándole la razón, lo estaría.

Lía agarró mi mano y entramos a la habitación sin tocar, a ella no le gustaba.

La vimos, allí sentada en esa cama de hospital, mirando por la ventana, estaba más pálida de lo normal y una jeringa estaba en su brazo, los medicamentos supongo. ¿Pero por qué?

Lía prácticamente saltó hacia ella abrazándola. Diana no le respondió, su mirada que antes estaba en la ventana, ahora, se concentraba en mí. Observé sus ojos llorosos, labios resecos y su gesto de parecer fuerte.

Me acerqué, me senté a su lado, Lía del otro lado, ya que había dejado de abrazarla y la miré.

- Puedes llorar si quieres, está bien. - dije acariciando su cabello como si de un felino se tratara. Ella negó y dos lágrimas bajaron por sus mejillas. Las limpió rápidamente.

- Shhhh... está bien, está bien. - esta vez la abracé y Lía siguió, seguía sin responder pero colocó su cabeza junto a la mía y tomó nuestras manos.

- No lo está, no lo está, yo... yo...-
La miré para que continuara.
- Yo recuerdo, Cassandra.- y los sollozos llenaron la habitación.









GHB, por las siglas del gamahidroxibutirato, a menudo se fabrica en laboratorios en sótanos caseros, usualmente como un líquido inodoro e incoloro.
El GHB es una droga que puede causar efectos eufóricos (estimulación) y alucinógenos.

· La droga tiene varios efectos secundarios peligrosos, incluso náusea intensa, problemas respiratorios, disminución de la frecuencia cardiaca, y convulsiones.

· El GHB se ha usado para las violaciones que ocurren durante una cita, porque es incoloro e inodoro y se puede verter fácilmente en las bebidas.

· En dosis altas, los consumidores pueden perder la conciencia en pocos minutos.

· La sobredosis de GHB requiere atención de emergencia inmediata en un hospital. La sobredosis de GHB puede causar coma y paro respiratorio en el plazo de una hora, y causar la muerte.

· El GHB (incluso en dosis bajas) mezclada con alcohol es muy peligroso - te puede matar aun si lo usas sólo una vez.

Los amo ♡

Bad things || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora