Y así ellos se encuentran, enamorados el uno del otro y con el miedo en sus corazones de que sean rechazados. Pero como bien dice el dicho; el que no arriesga no gana. Quien de los dos tendría el valor de confesarle sus sentimientos al otro...antes...
-¿Nena?- llamó Scott desde la puerta de la habitación de Leslie.
-Nene...- dijo Leslie con una enorme sonrisa mientras se levantaba de su cama.
-Vístete que te tengo una sorpresa- dijo Scott luego de que Leslie lo recibiera con un beso que lo había dejado sin aliento.
Leslie sonrió y sin preguntar se fue directo a su armario a buscar algo adecuado. No sabía para dónde irían pero tampoco tenía mucho que pensar. Como el tiempo aún estaba frío no tenía mucho que escoger. Escogió un sweater crema con venados, unos leggins termales, unas botas, una beanie y sus preciados espejuelos en pasta negro.
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Ese día, el cual era después de Noche Buena, harían una cena en la casa de Scott para así abrir los regalos y disfrutar en familia así que él decidió llevar a Leslie al American Museum of Natural History. Leslie siempre le fascinó grandemente los museos y Scott se había prometido hacer sentir feliz a Leslie durante esos tres días que estarían juntos. Cuando Leslie se enteró que Scott estaría solo un par de días más no le gustó mucho pero, ¿que podía hacer? Solo le quedaba disfrutar esos par de días con él.
-Lista- dijo Leslie poniéndose frente a Scott quién estuvo todo ese tiempo en la cama de ella -Podemos irnos- sonrió ella haciendo que sus ojitos se achinaran un poco más.
Scott se levantó y se acercó a ella tanto que Leslie retuvo su respiración por la anticipación y rapidez de su novio. Scott llevó sus labios a la oreja de Leslie y le susurró -Por tu belleza me enamoré perdidamente de ti- y dejó un beso allí haciendo que a Leslie le temblaran las piernas fuertemente -¡Me encantas!- gruñó sensualmente y sin darle tiempo a Leslie de reaccionar besó sus labios.
La anticipación hizo que Leslie retuviera su respiración. La lengua de Scott se abrió pasó en la boca de su novia haciéndola gemir bajito por el asalto. Leslie llevó sus manos a la nuca de su novio y las entrelazó atrayéndolo más a ella. Sus labios parecían qué tuviesen imanes porque les era imposible separarse. Scott tenía una de sus manos en una de las mejillas de ella y la otra la tenía ceñida a la cintura de su novia.
Leslie sonrió en el beso y luego de que Scott mordiera dulcemente lo labios de ella. -Yaaa...- dijo Leslie riendo.
-Aunque no quiera tenemos que dejar esta habitación.- dijo Scott haciendo un puchero al que Leslie besó.
Scott entrelazó su mano con la de Leslie y bajaron. Eran como las nueve de la mañana así que luego de que Scott llevase a Leslie a su sorpresa-regalo irían a cenar a la casa de Scott. Cuando terminaron de bajar las escaleras se encontraron a Janices mirándolos sin ninguna expresión en su rostro y no emitió ninguna palabra.
-H-hola, mamá- dijo Leslie con una sonrisa nerviosa. Ya estaba acostumbrada a que en cualquier momento su mamá dijese algo malo en contra de ella.
