La temperatura en ese estudio estaba ardiendo y no precisamente por la calefacción. Los minutos después de aquella escena en la cocina se habían vuelto algo lentos y Leslie no sabía que hacer y mucho menos que decir. Scott no reparó en llenar de besos a Leslie.
El celular de Leslie sonó haciéndolos separar del beso tan lente y tan apasionado que estaban teniendo en la habitación -Dime papá- dijo Leslie al ver que la foto de ella y su papá salía junto con el nombre de Fred.
-¿Está todo bien? ¿Como te sientes?- preguntó Fred.
-¿Como he de estar, papá? Lo siento yo no quería arruinar el día de Navidad- dijo Leslie con el tono triste mientras jugaba con el endredón que cubría ambos cuerpos.
-Mi niña, no quiero que te culpes por algo que la única culpable es tu madre.- dijo sonriendo para darle a entender que no podía estar enojado.
-Pero papá...estuviste a punto de tener una recaída y todo por el problema de mamá y mio- dijo asustada ella pensando lo peor -No hubiese soportado si te me ibas- negó.
-No te preocupes, cariño. Aún tengo que tener cuidado pero no es tanto como para que pienses en que el más mínimo ajetreo no aguantaré. Nunca digas eso- dijo Fred sentándose en su escritorio.
-Eres una de las personas más importantes que tengo en mi vida y me niego a perderte.- dijo negando mirando la pintura que estaba en la pared frente a la cama.
Scott dormía plácidamente boca arriba. Estaba realmente cansado así que hacía ya una hora que estaba durmiendo. Leslie, aún con su papá al teléfono, observó a su novio dormir y sonrió con adoración.
-Lo sé mi niña.- dijo Fred sonriendo -ahora, ¿puedo hablar con Scott?- preguntó su papá.
-Está durmiendo, papá- dijo y acarició la mejilla de él.
-¿Será mucho despertarlo? Necesito hablar con él.- habló Fred y Leslie movió un poco a su novio. Este refunfuñó en el sueño.
-Nene, papá quiere hablar contigo- susurró Leslie y él se estregó los ojos desperezándose.
-¿Sí, suegro?- preguntó Scott a Fred mirando a los ojos a Leslie quien no pudo mantenerle la mirada de lo avergonzada que estaba.
-Scott...- habló Fred -siento levantarte pero necesitaba decirte...que si le tocas un pelo a mi hija te corto las manos- gruñó Fred -y que me alegro que estés para Leslie en estos momentos-
-Ohh...n-no es nada Fred- dijo casi con voz asustada. Tenía su mano libre en la rodilla de Leslie y al escuchar esas palabras retiró la mano tan rápido que ella lo miró extrañada.
-¿Que te dijo?- preguntó Leslie al ver que Scott terminó la llamada.
-Que no te tocara o sino me pica las manos- dijo Scott y Leslie sonrió.
Lentamente se acercó a Scott con una sonrisa pícara en sus labios. Las respiraciones se mezclaban entre sí y Scott tragó duro. Los labios de su novia lo estaba llamando para perderse en ellos -Papá no sabrá si me tocas...- susurró Leslie con una sonrisa.
-Nena...- advirtió Scott ladeando una sonrisa -no provoques-
-Pero...tu quieres besarme o...- alargó la vocal -¿ya te cansaste?- preguntó inocentemente y mordió su labio inferior.
Scott suspiró dramático -espero que te acostumbres a que te bese a cada segundo en un futuro. Porque así será el resto de tu vida- susurró sin dejar de verle los labios a su novia.
Leslie preguntó si era cierto y Scott asintió, besándola acaloradamente. El jadeo que soltó Leslie en el beso, hizo que a Scott le recorriera una corriente eléctrica que sin dudarlo terminaría en su entrepierna. Scott, cariñosamente, tomó a su novia de las mejillas mientras sus labios se movían en perfecta sincronía.
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Nuestra jugada perfecta
RomantizmY así ellos se encuentran, enamorados el uno del otro y con el miedo en sus corazones de que sean rechazados. Pero como bien dice el dicho; el que no arriesga no gana. Quien de los dos tendría el valor de confesarle sus sentimientos al otro...antes...