Había pasado todas las noches llorando desde que Mark se fue, no comí, no salí de mi habitación. Me había enamorado de Mark, él no tenía la culpa de la muerte de mi padre. ¿Por qué mi vida es tan difícil? No puedo más, juro que cuando vea a Gus la mataré. Pero eso no hará nada. Solo que acabe en prisión. Después de una semana de ruegos por parte de Jess y Mason para que saliera de mi habitación, me dispongo a salir. Por suerte no había nadie en casa. Mi madre estaba destrozada pero salió a delante y le ha ido bastante bien. Mis hermanos ya estaban mejor. Yo era la que no lo había superado todavía.
Me vestí rápidamente y salí de mi casa. Empecé a caminar sin rumbo, con la cabeza gacha por la molesta del sol. Estaba empezando el verano. Dentro de una semana, acabaría el colegio y luego empezaría la Universidad. Cambiaría de vida, me iría a una residencia a vivir con gente como yo. Aquí, en este pequeño pueblo no hay universidades y la más cercana está a trescientos kilómetros así que no podía vivir aquí. En la residencia estaría con amigos, me divertiría y me olvidaría de todo.
- ¡Ally! ¡Ally! - del susto me resbalé y caí al suelo - ¡Mierda Ally! - y reconocí la voz, era Jess - Jolín Ally, llevabas una semana sin caerte, era de esperar - dijo y me sacó una sonrisa - ¡Te he echado de menos! - dijo de nuevo tirándose encima de mí.
- ¡Oye! ¡Que no eres una pluma! - dije riéndome. De verdad agradecía que Jess me alegrara.
- Si... He de dejar de pensar que no soy un bebé ya...
- Eres mí bebé - la dije mientras gritaba "gugutata"
- Anda vamos al instituto. ¡Es la última semana! ¿Y sabes qué? Iremos a la misma residencia. Con más gente. Haremos fiestas todos los viernes...
- ¡Si! ¡Libres de este sitio mierdoso! - estábamos gritando a los cuatro vientos tumbadas en el suelo. La gente nos miraba y fruncía el ceño. Algunos susurraban " déjalas, se han pasado la noche bebiendo" a lo que me levanté rápidamente y me acerqué a la mujer que lo había dicho. Era baja y regordeta, con el cabello corto y teñido.
- ¡Oye! No hemos bebido. Somos sanas - la dije mirándola a la cara.
- Miralás, ni siquiera se aguantan en pie - dijo ella jalando el brazo.
- ¡Eh! Perdona, estoy mejor que tú - la dije descaradamente. ¿quién se cree que es?
- Da igual Ally, vámonos - dijo Jess cogiéndome del brazo.
- ¿Le importa si la hago un control de alcoholemia? - ¡Pero si no había bebido! ¡¿De verdad que soy tan loca siendo yo misma?! Ni me imagino borracha...
- ¡Ni siquiera tienes autorización para hacerme un control! ¡Qué gilipollas! - dije riéndome.
- Ally, mejor... Vámonos - volvió a decir Jess.
- ¿Qué no tengo autorización? - dijo la mujer.
- Que graciosa eres señora, bueno señora gilipollas, un placer - dije y me giré para seguir mi camino pero me agarró por la muñeca y al voltearme... ¡No debería haberla insultado!
- Está usted hablando con la sherif de este "mierdoso pueblo" - dijo imitándome. Yo... No pensaba que fuera guardia civil... La he cagado... He insultado a la sherif.
- Pues... Encantada de conocerla. Nosotras ya nos vamos para el cole - la dije poniendo mi mejor sonrisa.
- Me van a acompañar ustedes a comisaría - ¡No! ¡No! ¡No!
- Tenemos clase...
- Eso lo puedo arreglar yo, acompañenme - dijo ella de nuevo. ¡Bien cagada! ¡Ally y tus malditos impulsos! mientras nos adentrábamos en el coche para ir a comisaría miré a Jess quien estaba tranquila. ¡Como si esto pasara todos los días!
- Sabía que era la sherif... - dijo Jess de repente.
- ¡Qué! ¡¿Y por qué no me avisas?!
- Te dije que nos teníamos que ir... Pero no, tú tenías que quedarte. A demás si no te hubieras caído, esto no hubiera pasado...
Llegamos a la comisaría. Entramos y esperamos unos diez minutos en la sala de espera entre gente que daba muy pero que muy mal rollo y por fin nos llamaron.
- Hola... Soy Ally - dije intentando parecer normal. Jess solo miraba con la vista perdida en la ventana. ¡Y para esto se tiene una mejor amiga!
- Bien. ¿Qué han hecho exactamente? - preguntó el señor.
- Me insultaron a la cara - dijo la sherif.
- ¡Usted dijo que estábamos borrachas! - dije eufórica.
Después de media hora de charla, al fin el señor dijo que era mejor que olvidáramos esto y que no volviera a pasar. Así que agradecí y salí de camino al instituto junto con Jess.
Después de media hora andando llegamos y entramos a la segunda hora.
- ¿Por qué llegan tarde? - preguntó la profesora de química.
- Bueno... Pues.... Esto... - ¡mierda que digo! ¡Estoy en blanco! - A Jess se le rompió un dedo y tuvimos que ir a urgencias... - ¡Genial Ally! ¡Tu no sabes mentir!
- Que raro... Han llamado diciendo que estaban en comisaría...- dijo la profe.
- Si... Lo mismo... - ¡Esto es en serio! ¿¡Es igual un dedo roto que entrar en comisaría!? Y encima Jess no hablaba.
- Quiero decir que...
- Déjame ver tu dedo Jess.
- Yo... Es muy desagradable... Mejor que no... A demás está tapado - dijo Jess y por suerte se lo creyó o eso creo...
- Ya bastante. Vayan a sus pupitres y dejemos esta charla.
Así que nos sentamos y pasamos las horas allí dando todas las clases. ¡Qué aburrido! ¡Casi prefiero estar en comisaría!
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INCOMPATIBLES (completo)
Teen FictionLa vida de Allyson siempre ha sido normal, pero un día aparece un chico que cambia todos sus planes, debido a un secreto que se ha pasado de generación en generación. Un familiar no quiso contarle el secreto pero fue una mala idea no hacerlo. Su vid...