INCOMPATIBLES (completo)

Capítulo 60

Mark Pov

Después de que Ally se marchara sin decirme nada fui de nuevo a la residencia.

No sé por qué se fue tan rápido.

- Hola Mark - me dijo Jess sacándome de mis pensamientos.

- He visto a Ally - la dije rápido y me arrepentí de haberlo soltado.

- ¡¿Qué?! - gritó Erick entrando - ¡Estás loco, Salvrate te va a matar! ¡Verla es como un suicidio! - siguió gritando.

- Si, la he visto - dije y esta vez dirigí mi mirada a Erick - ¡Eh! ¡¿Que pasa?! ¡¿Que pasa, eh?! ¡Es mi vida y haré lo que quiera!

- Pues que poco aprecias tu vida - dijo Erick en un murmullo.

- Dime cómo me puedo meter donde está ella - dije yo mirándole fijamente para intimidarle.

- No puedes Mark. A demás, él sabe que tú eres por el que está Ally allí.

- Me da igual. Se supone que no la recuerdo. Dímelo Erick. A las buenas o a las malas - escupí odioso.

- Está bien, está bien. La gente está allí para que revivan a alguien muerto. Llegas allí, les dices que ha muerto tal persona y te aceptan...

- Tengo que llevar a alguien muerto, ¿verdad? - dije yo pensando en quién podría llevar.

- Si Mark. Suerte - dicho esto se marchó junto con Jess pero volteó la cabeza - una cosa más. Tienes que llevar a alguien conocido. No puedes llevar a un extraño pues lo sabrían - y finalmente se fue.

¿A quién mato yo? Y peor... ¿A que conocido mato yo? No puedo hacer esto...

Abrí una bolsa de patatas fritas y empecé a comer sentado en el césped de un parque al que había llegado minutos atrás.

- ¡Hey Mark! - gritó una persona.

No, va a ser un animal

¡Ni, vi i sir in inimil! - pensé burlándome de mi consciencia.

Técnicamente soy tu así que... Te estás haciendo burla a ti mismo...

Pasé de mi consciencia y volteé a ver quien era la que me había llamado. Hannah estaba parada enfrente mío. Vestía un elegante vestido azul coral con brillantina en el escote.

- ¡Hannah! ¿Que tal? - dije. Antes de que pasara todo esto yo había entablado una buena amistad con Hannah.

- Pues como siempre... - dijo ella algo ¿apenada?

- Te veo muy guapa ¿Has ido a algún evento? - la pregunté intentando animarla su cara.

- Bueno... He ido al funeral de Kill... - dijo ella y una pequeña lágrima se le escapó. Ella había estado enamorada de él hasta que se enteró de que era gay pero a pesar de eso, eran muy buenos amigos.

- Cuanto lo siento - dije abrazándola.

- No se sabe como murió. Se piensa que fue por un animal salvaje ya que tiene marcas - dijo ella. Pero no fue así, él se suicidó porque yo maté a Travis...

- He de irme, he quedado que iba a llevar a mi madre a la peluquería - dijo deshaciendo el abrazo - Nos vemos Mark.

- Adiós Hann - dije yo volviéndome a sentar en el césped a la vez que movía el brazo despidiéndola.

Estuve un gran rato mirando a la gente mientras comía. Algunos jugaban al fútbol o simplemente corrían. Pero me percaté de dos personas que se estaban enrollando como si no hubiera un mañana. A los dos minutos se separaron, la chica miró el reloj y se fue, entonces el chico se levantó y vino en mi dirección. Saludó a una chica y ¿la beso? Que capullo el chaval.

Estuvieron hablando diez minutos y se despidieron entonces el chico empezó a caminar y al pasar por mi lado hablé.

- ¿Que bien te lo montas, no? - dije.

- ¿Perdón? ¿A que te refieres? - preguntó él confuso.

- No solo digo que te lo montas bien teniendo a dos chicas. Yo te aconsejaría quedarte con una porque es de infieles estar con más. Pero bueno, quién soy yo para darte consejos. ¿Quieres patatas? - le dije aproximándole la bolsa.

- Gilipollas, ¿sabes que? Yo te aconsejaría no meterte en la vida de otras personas - dijo marchándose - Y me llevo las patatas - y me arrebató la bolsa para finalmente marcharse.

Pues allí me quedé sentado y sin patatas. Después de cinco minutos decidí cerrar los ojos y echar una cabezada. Lamentablemente a los diez minutos me desperté por el agua de los aspersores que regaban el césped. ¡Me cago en el agua! ¡Que frío joder!

Salí corriendo de allí sin mirar por donde pisaba y me choqué contra una chica con la que caí al suelo.

- ¡Levántate! ¡Me haces daño! - gritó una voz chillona. Abrí los ojos y vi Mary debajo mío.

- Lo siento, no estaba viendo a donde iba - dije quitándome de encima suyo.

- Ya me vas a decir donde está Ally, o no - dijo ella. Un momento... Ally...

- Lo siento Mary - dije y la cogí en brazos para llevarla detrás de un arbusto y allí... Matarla. Ahora sí tenía a quien llevar allí.