INCOMPATIBLES (completo)

Capítulo 23

Me levanté pronto. Todavía no asimilaba lo de la noche. Pero decidí algo para mi vida. Olvidaría todo, todo. No me volvería a deprimir. Estaba en el mejor momento de mi vida y no se podía arruinar. Lógicamente no me olvidaría del todo pero dejaría de pensar en ello.
Llamé a Jess, simplemente porque me aburría en mi casa. Ella muchas veces me llamaba y me empezaba a soltar "¡Como no has podido coger antes el teléfono! ¡Me podría haber muerto! " Y demás para luego decirme tan tranquila que se aburría en su casa y yo en plan.... Mejor no vengas a mi casa porque puedo ir a la cárcel por asesinato. Estoy muy loca, lo sé. Marqué el número y al segundo pitido me cogió.

- Que pasa chata - dijo ella riéndose por su comentario. Jess es súper alegre. Se ríe por todo, pero cuando digo todo, es todo. Como si le ha salido mal un examen, dice riéndose cosas como...

Flashback

- ¿Cómo pude hacer esta mierda de examen? Se ve que era un cría incomprendida cuando lo hice - dijo riéndose.

- Jess... Fue la semana pasada. Sigues siendo una cría incomprendida - la dije yo sin reírme ya que a mi también me había salido mal el examen y me lo tomaba de otra manera muy diferente a Jess...

Fin Flashback

- Holi Jess. ¿Vas a hacer algo? - la pregunté.

- No... Pero supongo que tú tendrás planes con Logan.... - dijo ella con tono melancólico.

- ¡No hables de él! - le dije.

- Vale, vale - ya le había contado la pelea que hubo y bromeaba cada vez que podía con ello. Dios dame paciencia que si me das fuerza la pego.

- Bueno... ¿Quedamos luego? - la pregunté.

- Claro. En el parque sé puntual... - dijo ella. Yo no era de lo más puntual del mundo... En fin, cuelgo el teléfono y me voy a mi armario. Decido ponerme unos vaqueros blancos cortos, con este calor es imposible vivir, y me pongo una camiseta rosa de tirantes. Salí de casa diciéndole a Dereck que volvería pronto y que no armaran ninguna. Caminé hasta el parque y vi a Jess sentada en un banco en frente de un árbol.

- ¡Jess! ¡He sido puntual!

- Si Ally, si para tí llegar diez minutos tarde es ser puntual.... - miré mi reloj de reojo. ¡Mierda! ¡Ella tenía razón!

- Vale... - entonces vi pasar un camión de helados - ¡Quiero uno! ¡Quiero uno! - me puse a saltar y a gritar. Jess miraba para otro lado como si no me conociera.

- ¡Cállate y te lo compro! - me dijo ella casi susurrando. ¿Qué mosca le ha picado?

- Jess...

- Venga vamos. Pero no armes alboroto, ¿vale? - dijo de nuevo ella tapándose la cara.

- ¡¿Qué pasa?! - la pregunté.

- Si te lo digo no harás nada...

- Si... Te lo prometo. Pero que pasa.

- Ally, ¿te acuerdas del chico que te hablé que conocí en la fiesta?  - yo asentí aunque la verdad era que no me acordaba de nada. Estuve ebria.

- Pues está allí... - dijo señalando la canasta de baloncesto - él que está con el balón ahora - era mono - quiero ir a hablar con él pero me da vergüenza.... - dijo de nuevo Jess.

- ¡Ah! Jess por favor. ¡Ve y habla con él! - la dije pegándola una palmada en la espalda.

- No puedo...

- Mira, yo me siento en ese banco - dije yo - estaré aquí cuando hables con él. Nada puede ir mal, a demás mírate, estás bellísima - la dije. A Jess siempre la ha tranquilizado que alguien conocido estuviera cerca suyo.

- Segura...

- Venga - la dije y empezó a caminar pero rápidamente se volteó y yo suspiré.

- Ally, emm... ¿Tú no querías un helado?

- ¡A la mierda el helado! Venga ve - y finalmente fue. Yo me senté en el banco que supuestamente le había dicho que estaría y estaría observando su charla. Jess le tocó el hombro y le saludó. Este le dio una sonrisa blanquecina y la besó en la mejilla. Seguidamente se salieron de la cancha de baloncesto y empezaron a hablar. Entonces de repente me tocaron el hombro.

- Cotilleando conversaciones agenas ehhh - reconocí la voz. Era Logan. ¡Justo en el mejor momento! Nótese la ironía...

- Yo... No... - le dije y se sentó a mi lado.

- Ally, que sepas que lo del otro día no fue nada. Me fui andando a mi casa con Matt y él me dijo que eras muy buena persona que no te rompiera el corazón y bla bla bla.... Pero está todo arreglado.

- Me alegro.

- ¿A caso me escuchas Ally? - me dijo él poniendo en frente mío a pocos centímetros de mi cara. Me puse nerviosa.

- ¡Quita! Intento ver a Jess - le dije apartando su cara de un manotazo.

- ¡Ah! Ya entiendo. Jess está en una cita... ¡Y tú la cotilleando! De verdad...

- Sí... Me lo ha pedido ella... - le dije sin mirarle a la cara. Porque si le miraba seguro que no podía apartar la vista.

- Entiendo... Oye... Me gustaría que tuviéramos una cita normal... - y cuando lo dijo mi corazón fue a mil.

- Perdón no quería hacerte sonrojarte - dijo él. Los chicos definitivamente son tontos. Esos comentarios no se dicen porque te pones más roja que un tomate.

- No... Es por el calor...

- Si claro - dijo él con una carcajada.

- Si...

- ¿Vienes? - me preguntó. Yo miré a Jess y se la veía muy bien así que acepté ir con Logan.

- Claro - empezamos a caminar y hablamos de cosas sin sentido cuando sin darme cuenta llegamos a la bolera. ¡Me encantaba la bolera! No venía menudo.

- ¿Te apetece echar una partida a los bolos? - me preguntó él.

- Si, si, si.

- Ni yo he visto a mi hermana pequeña nunca tan ansiosa por algo - dijo riéndose.

Empezamos la partida. Él hizo pleno en tres tiradas y yo lamentablemente en ninguna... Pero hice un semipleno en una partida. ¿Bueno, a quién quiero engañar? Me salió muy mal la partida. Todas las partidas. En una, Logan me dijo que había hecho pleno con una bola y era la que tenía en sus manos y yo le dije que me la prestara aunque no fuera a ayudar en nada. La cogí y se me cayó al suelo. ¡Pesaba 30 kilos! Él muy gracioso me había engañado. Pero lo pasamos bastante bien. Terminamos y  salimos de la bolera. Ya era tarde así que decidí irme para casa y él me acompañó. Llegamos a mi casa y le di un beso en la mejilla para despedirme de él.

- Ally, lo he pasado muy bien contigo... - dijo acercándose a mí cuello y oliendo mi aroma. Me ruboricé y él lo noto porque se rió.

- Yo... Yo también... - le dije cortada. Solo quería besar sus labios. ¡Cállate maldita conciencia!

- Espero que se repita - dijo él y seguidamente me lancé y le besé en los labios. Él tardó un par de segundos en reaccionar pero lo siguió y me abrazó a él. Yo también le abracé. Me daba calor.

- ¡Ally tiene novio! - gritaron dos voces  desde la puerta de mi casa. ¡Los mellizos! Me separé de él y él se rió.

- Nos vemos Ally - dijo y se fue. Yo entré en casa.

- ¡Chicos! Os mataré y me puse a perseguirlos por toda la casa.