Capítulo 66

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Nos habíamos separado. Cada uno fue por una parte. Cada persona que veía la disparaba, con mi sangre y la curaba. Caminaba deprisa y con miedo ya que minutos antes me habían intentado atacar.

- Aggg - gritó uno y se abalanzó sobre mí. Casi todos estaban infectados. Me tiró al suelo y le intenté pegar pero paró mi puño antes de tocarle y me lo dobló haciendo que me retorciera de dolor en el frío asfalto. Cogí la pistola que tenía en la pantorrilla. La pistola con mi sangre. E intenté apuntar hacia atrás ya que le tenía encima mío. No podía verle la cara ni nada. Estaba yo debajo de él.

Cuando fui a disparar me quitó la pistola de sangre y la tiró a unos cuantos metro más de mí. Intenté cogerla pero me dobló el brazo y noté como me crujió todo el hueso del codo.

- ¡Ahh! - grité del dolor. Intenté cogerme el brazo pero este me lo tenía agarrado fuertemente.

Intenté levantarme pero este me pasó las manos por la barbilla y me dobló el cuello. Me sentí mareada. Y me adormilé un poco. Me iba a matar...

Solo tenía un opción. Coger la pistola de verdad que tenía metida entre los pechos y dispararle pero eso significaba matarle y yo no quería eso, quería curarle. Eso quería pero no había otra opción o sino yo acabaría muerta.

Rápidamente cogí la pistola, me la puse encima de la cabeza y disparé tres veces hacia atrás sin mirar.

El agarre se hizo más frágil hasta que me soltó y cayó a mi lado. En ese momento supe que le había dado y matado.

Me intenté levantar pero me mareé al instante. Me arrastré hasta la pistola de sangre y al cogerla con el brazo que me había doblado no pude. Lo tenía roto. Apoyé la cabeza en el suelo intentando descansar.

Y cuando ya no me mareaba tanto me pude levantar. Fui hasta el cuerpo que me había pegado minutos antes que ahora se encontraba en una leve paz. Estaba boca bajo por lo que no podía verle la cara. Pero reconocí la ropa y ese pelo alborotado. Ojalá que no... Por favor no...

Le cogí el hombro y le giré.

Una lágrima cayó por mi ojo. Había matado a... Yo había matado a...

Troy.

- ¡No! ¡¿Por que?! ¡Troy! ¡Por favor! - grité zarandeándole aunque sabía que estaba muerto. Que yo le había matado. ¡Maldito suero de las narices!

No podía parar de llorar. No... ¿Por que Troy?

Seguí caminando como pude. Agarrándome el brazo roto y los intestinos que parecía que se me iban a salir en cualquier momento. No podía seguir viendo a Troy en ese estado. Me hundía verle así.

Disparaba con mi sangre sin ganas. ¿Por que Troy? El novio de Emily...

Cada vez, más gente volvía a su estado normal y eso era lo único que hacía que me alegrara.

- ¡Allyson Montgomery! - gritó uno detrás mío. Me giré y allí vi a Salvrate apuntándome con una pistola.

- ¿Que quieres Salvrate? - dije intentando parecer segura de mí misma pero no funcionó.

- La rebelde Allyson. La que me está jodiendo el plan - dijo a grito pelado.

- ¿Que consigues con esto Salvrate? ¿Que consigues? - seguí diciendo para intimidarle.

- Un ejército.

- ¡¿Y para que quieres un ejército?!

- Ufff eso sería demasiada información. Pero... ¿Como me puedes tratar así? Si fui yo él que revivió a tu novio.

- A costa de muertes - le rebatí.

- Pero le reviví - dijo. Cada vez la conversación se tornaba más intensa y las miradas se hacían más fuertes pero me apuntaba con una pistola. Era inútil escapar pues me dispararía. Solo debía chantajearle.

- Una pena que no funcionara el suero conmigo ehh - dije acompañado de una risa aunque estaba que me cagaba.

- ¡Cállate! - me gritó. Y yo le sonreí.

- Nadie me manda callar - le dije.

- Veo que tienes el brazo roto...

- No me cambies de tema Salvrate. Todos sabemos que haces esto por que tienes una miserable vida en la que nunca nadie te ha querido. Todo esto lo haces para sentirte mejor. Mandas matar a gente para sentirte mejor así que... Dispara Salvrate, dispara, que por mucho que muera nada va a cambiar y tú vas a seguir con tu miserable vida y sin ser querido por nadie - le solté desahogándome.

- ¡Ally! - gritó Mark apareciendo mientras corría hacia mí.

- ¡Oh! ¡Que bien! Tu novio va a presenciar tu muerte - dijo más tarde Salvrate para después cargar la pistola y dispararme en el pecho. Noté como la bala entró en mi cuerpo y caí al suelo. Lo último que escuché fue a Mark gritar y ya no vi ni escuché nada. 

INCOMPATIBLES  (completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora