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Emma

 Me muerdo el labio, reprimiendo una carcajada. La cara de James es toda una poesía.

—Ah... bueno, es sobre su hija...—comienza a balbucear. Llevo mi mano a mi boca y me la tapo. James se levanta y encara a mi mamá, a la cual le lleva unos quince centímetros fácilmente.

 Mi prima mayor reprime una carcajada al ver a mi acompañante sucumbir al miedo ante mi mamá. Le envío una mirada de "no cagues esto" y me giro para mirar a mi mamá, que dice:

— ¿Qué pasó con mi hija? ¿Se le fue lo sarcástica? Eso me gustaría mucho—dice la última parte un poco más bajo, pero lo suficiente alto para que todos la escuchemos. James aprieta los labios reprimiendo una sonrisa, al igual que mis primas.

 Pero... ¿En verdad le dije que sí a James? Creo que sí, bueno, en realidad estoy completamente segura de que dije que sí.

 ¿Qué te pasa Emma? ¿Te drogaron?

—Pues... digamos que invité a salir a su hija—comienza, pero duda un segundo. Mi mamá alza una ceja, indicándole que continúe— Y le pregunté si quería salir conmigo mañana en la tarde, y dijo que no sabía, pero que usted si—. Sus palabras salieron como un torpedo de su boca, pero entendibles, haciéndolo notar nervioso.

 Mi mamá suelta una carcajada y se acerca a James. Coloca una mano en su hombro y dice:

—Sí, mañana en la tarde—y le guiña un ojo. Resoplo y guardo la botella de agua en el auto.

—Déjalo, tía, que Emma se pone celosa—comenta J.C.

 Frunzo el ceño aún dándoles la espalda, mientras oigo la carcajada reprimida de James.

—Ya quisiera él—comento de pasada. Sacudo las manos limpiándome un polvo inexistente y me volteo, encontrándome con la sonrisa de oreja a oreja en la cara de James.

—Sí, me gustaría mucho—comenta como si nada. Se toca la barbilla y continúa—. Te busco a las cuatro.



 Bufo y me tiro a la cama, frustrada. J.C se encuentra hurgando entre mi ropa y lanzándola a todas parte, buscando el atuendo perfecto para mi cita. No entiendo porque lo hace, pero no la pude retener.

—No puedes parecer una vagabunda el día de tu primera cita luego de romper con ese cretino. Tienes que estar presentable y dejar con la boca abierta a James—comenta.

 Luego de que mi mamá le dijera que sí a James, él se quedó hablando con ellas un rato. Al parecer se llevó tan bien con mi prima, que ahora ella quiera hacerme parecer una top model. No gracias.

—Yo puedo ir como se me dé la gana. De todas formas, si le gusto bien vestida le gusto mal vestida ¿no? Y si no es así se puede ir a comer...—no logro terminar mi frase ya que unos pantalones caen sobre mi cara, amortiguando mis palabras.

 Aparto el pantalón de mi cara y se lo tiro de vuelta, dándole en la espalda. Se da la vuelta y me lanza una camisa con fuerza, para luego sacarme la lengua. Vuelve a tirarme el pantalón, y sin darme tiempo a replicar, dice:

—Póntelos—ordena. No tengo ganas de discutir con ella, así que me comienzo a quitar la ropa. Además, no me disgusta su elección.

 Sigue hurgando en mi armario mientras yo termino de ponerme los jeans. Se da la vuelta, mirando fijamente a la pared, mientras piensa. Chasquea los dedos y sale de la habitación.

Cuando nievan corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora