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Shawn


 Resoplo y me foto las manos, intentando aplacar un poco el frío. Llevamos unos diez minutos esperando a Kendall, cuando Annabelle levanta su celular, y anuncia:

—No va a poder venir, y lamenta no habernos avisado antes—. Baja su celular y se lo guarda. — Vamos a ser sólo nosotros tres—comenta con una sonrisa.

 Asiento, meditabundo, y comenzamos a caminar en dirección a las taquillas del cine.

 ¿Por qué Kendall no habrá venido? ¿Será por nuestra pelea de ayer?

 Ayer, cuando estaba de pasada por la cafetería donde trabaja, me desvié y hablé con ella un rato. Estaba linda (como siempre), pero tenía un aire diferente, y se lo comenté. Luego ella alegó que no le gustaban los halagos, y yo le dije otro, para fastidiarla.

 Y si la fastidió. Ella parecía diferente, porque cuando se alejó comentando que tenía que seguir con su trabajo, en su cara se veía un ceño fruncido, más marcado de lo habitual.

 Cuando compramos las entradas, yo sigo dándole vueltas al tema, pero no consigo llegar a una conclusión clara. Compramos palomitas y refrescos, y entramos a la sala de cine.

 La oscuridad nos rodea, mientras nos sentamos en unos asientos un poco más arria de la fila de en medio. Annabelle se sienta a mi izquierda, y Josh a su izquierda. Estos dos se llevan algo, pero aún no sé muy bien el que.

 Mientras pasan las propagandas y los trailers de otras películas, sigo pensando en el tema de Kendall, pero el sonido del inicio de la película me distrae.

 Oculto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta, intentando calentarme las manos, y la vez, intentando no acabarme las palomitas antes de que la película siquiera lleve cinco minutos.

 No me resisto y agarro un puñado de palomitas, seguido de otro. A veces el nerviosismo hace que coma. Más de lo que como habitualmente.

 No consigo entender de qué va la película, ni las escenas que pasan, ya que me la paso toda la película pensando en la ausencia de Kendall. Oigo un murmullo a mi lado, que se intensifica poco a poco, hasta pasar a ser una conversación en tono bajo. Son Annbelle y Josh.

—...me contó algo que pasó con Shawn el otro día. Ella no sabía porque estaba tan furiosa, pero quería aclararse, así que me dijo que no vendría—le susurra Annabelle a mi hermano.

— ¿Lo sabías desde el principio? ¿Que no iba a venir?—le pregunta Josh a la chica. Annabelle medio asiente y medio niega con la cabeza.

—Sí y no. Ella me dijo que decidiría si venir o no, y que me iba a avisar. Parece que se decidió diez minutos después de la hora acordada de la reunión, y me lo dijo—comenta Annabelle, y se encoje de hombro.

 Josh asiente, como comprendiendo y agarra un puñado de palomitas que están sobre el regazo de Annabelle, dando a entender que o van a seguir hablando.

 Ahora si estoy seguro, es mi culpa que Kendall no haya venido al cine con su mejor amiga. Shawn arruinando salidas de amigas desde tiempos inmemorables.




 Cierro los ojos y suspiro, antes de abrir la puerta de la cafetería. El sol se está ocultando en el exterior, enviando reflejos naranjas y amarillos por las calles, y cegándome. La campanilla de entrada suena al momento de abrir la puerta, y camino hasta la mesa donde me siento siempre, la misma que siempre está sola, por alguna extraña razón.

Cuando nievan corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora