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James


 Me cruzo de brazos y miro con los ojos entrecerrados a Emer, que está sentado al lado de Emma, mientras le coquetea descaradamente. O al menos descaradamente para mí.

 Camino hasta donde está Diana,y me siento a su lado.

— ¿Qué crees que está haciendo Emer?—le pregunto a Diana, sin dejar de mirar a Emer mientras coquetea con Emma.

 Diana se encoje de hombre y apoya sus codos en sus piernas para poder tener una vista clara de Emma y Emer.

—No sé, puede que le guste, puede que sea simplemente de broma. Nunca se sabe con él—sentencia. Se vuelve a sentar derecha.

 Miro hacia el frente, encontrándome con los ojos de una camarera que me está mirando. Es joven, más o menos de mi edad y me sonríe. Le sonrío de vuelta cortésmente, a lo que ella se pone roja.

 Vuelvo mi vista hacia Diana, y veo que me dice con los ojos que vaya hacia donde están Emma y Emer.

 Me levanto y camino hasta ellos, con una excusa en mente.

—Oye, Emer, acompáñame a comprar un par de pizzas—le digo, colocándome a su lado.

 Emma, que es ajena al hecho de que le están coqueteando, se mira las uñas.

—No, compañero, estoy hablando con Emm—dice, levantando la mirada para mirarme. Coloca su brazo sobre los hombros de Emma, al tiempo que yo ruedo los ojos ante el apodo que le colocó. Aprieto la mandíbula.

—Te estoy diciendo que me acompañes, compañero—le digo, resaltando la palabra compañero. Agarro su mano y lo halo, levantándolo y llevándolo conmigo.

 Camino, aun llevando conmigo su brazo. Lo suelto cuando estamos a punto de llegar a la caja donde se piden las pizzas.

— ¿Qué sucede contigo?—pregunta cuando estamos haciendo la fila para pedir la pizza.

 Me volteo hacia él y lo miro con expresión sarcástica.

— ¿Qué sucede contigo?—lo imito. Avanzamos un paso.

 Entrecierra los ojos y me examina.

— ¿Estas celoso?—me pregunta. Coloca una sonrisa en sus labios y pone sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

— ¿Eso que tiene que ver con nada?—pregunto— Se supone que estoy en una cita con Emma, y Emma conmigo, no contigo. ¿Entiendes?—avanzo un paso más en la fila mientras le hablo, sin mirarlo a la cara.

—No es mi culpa que ella sea tan bonita y no se queje de estar a mi lado—dice encogiéndose de hombros. Aprieto los puños y avanzo otro paso.

— ¿Que van a pedir?—pregunta la chica detrás del mostrador, con una sonrisa cortés.

 Luego de pedir, caminamos hasta el lugar donde están los chicos. Me apresuro y dejo la pizza en la mesa donde está sentada Emma, Artyon y su novia, Camile.

 Me siento al lado de Emma y la miro fijamente. Ella me devuelve la mirada, pero no dice nada. Nos miramos por unos segundos, hasta que le ofrezco un pedazo de pizza. Lo acepta y comienza a comer, sin quitar su mirada de mí.

— ¿Qué?—le pregunto cuando no aparta la vista de mí.

— ¿Estas celoso?—pregunta sin más. Enarco una ceja y apoyo el codo en la mesa y mi mejilla en mi mano. La miro.

— ¿Por qué debería?—le pregunto, evadiendo su pregunta, ya que la respuesta es sí, pero no quiero que ella lo sepa.

 Frunce el ceño y me mira, acusadora.

Cuando nievan corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora