Sinopsis | 1.0

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No importaba cuan rápido corriera, sabía que no podía escapar de aquella cosa negra que le atormentaba por las calles de Queens a la mitad de la noche

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No importaba cuan rápido corriera, sabía que no podía escapar de aquella cosa negra que le atormentaba por las calles de Queens a la mitad de la noche. La oscuridad le daba una vez más desventaja, y se preguntaba dónde estaría Spiderman en ese momento que no llegaba para salvar su pellejo.

Maldijo en pequeños jadeos el haber estado en el lugar incorrecto en el tiempo incorrecto, y cuántas veces sus padres no se lo había advertido, pero como siempre se dice la curiosidad mató al gato. Nunca le habían gustado los gatos.

Giró en la siguiente esquina y siguió andando más rápido de lo que su cuerpo podía permitirse, empezaba a ver doble y las cosas que no deberían moverse se movían. No podía darse el lujo de detenerse y tomar un poco de agua, y era lo más le asustaba.

Corrió y corrió, saltó, trepó y rodó, no sabía exactamente de donde provenía sus nuevas habilidades en parkour pero le venían como pan caliente.

Por un momento parecía que lo que le perseguía ya no estaba, así que se detuvo, descansando, pero igual mirando hacia todos lados para asegurarse.

Ya no estaba.

Dos, cinco y diez minutos pasó en el mismo lugar esperando a que algo sucediera pero no sucedió. Su corazón aún saltaba dentro de su pecho diciéndole que era peligroso, pero seguía sin pasar nada.

Al fin decidió dar paso en dirección a su hogar, pero no pudo ni dar el siguiente. Giró con miedo, solo para ver cómo su propio cuerpo era consumido por una maligna y extrañamente viva oscuridad.

Ellos no van a lastimarme | Peter Parker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora