Promesas que rompen corazones | 4.7

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—Parecerá increíble pero te extrañaré Jas.

Jane intentó sonreír pero parecía más una mueca. La rubia se veía muy incómoda, afortunadamente la pelirroja ya había dejado el pasado atrás. Estiró los brazos y Liz Allan la abrazó.

—Lamentó haber sido una —Liz se detuvo y se aclaró la garganta—. No suelo decir groserías pero lo diré, fui una perra contigo y en verdad lo...

—Calla niña, todo está bien. Ya ni siquiera recuerdo que rompiste mi cuello ni que intentaste matarme una segunda ocasión.

—¡Jane! Estoy intentando disculparme y no lo pones fácil.

—No debería ser fácil —Jane deshizo el abrazo y sonrió a Liz—. Jamás seré tu amiga, pero podemos intentar no odiarnos.

Liz Allan rió, no supo si lo decía enserio o en broma pero no quiso preguntar. Se unió con Flash y lo alentó a despedirse de Jane.

Flash avanzó con los labios torcidos y rascándose la nuca. Era vergonzoso ver a Jane a los ojos después de la última vez que la vio. No la odiaba por elegir a Peter.

—Te irás —Fue lo que alcanzó a decir.

Jane asintió, —Ya no nos veremos tan seguido.

—Los últimos días tampoco lo hacíamos. De verdad lamento haberme alejado, nunca debí, siempre fuiste una gran amiga.

—No creo que tan buena amiga.

Finalmente Flash y Jane se dieron un corto abrazo. Flash regresó junto a Liz y la tomó de la mano. La rubia se removió algo incomoda pero tampoco soltó el agarre.

Por otra parte, Harry se saltó las despedidas y fue directo a los brazos de Jane.

—Te extrañaré pelirroja.

Pasaron un buen rato así hasta que Peter se aclaró la garganta ruidosamente. Se soltaron y Jane agarró la mano del castaño.

Vio una vez mas a los tres individuos frente a ella antes de mover la mano en forma de despedida y entrar en el auto del señor Stark con Peter detrás suyo.

Durante todo el camino Peter sostuvo su mano. Aún no habían hablado sobre qué pasaría con su relación y si era honesta, Jane tenía miedo. 

Al bajar, el señor Stark le avisó a Peter que volvería por él al anochecer, por lo que ese era el último día junto al castaño.

Hank los recibió en la entrada.

—¿Te parece si te enseño primero las habitaciones? Así puedes dejar tu equipaje ahí y conocerás a tu compañera de habitación.

—Claro —respondió ella.

Hank los guió por unas grandes escaleras justo en el centro, explicó que el pasillo de la izquierda era para las niñas y la derecha para lo niños, y que en final de cada pasillo habían mas escaleras para subir y bajar pues eran en total cinco pisos de habitaciones.

Fueron por el pasillo de la izquierda, al final habían unas escaleras de caracol y subieron un piso más.

Pasaron unas cuantas puertas y llegaron a la número 16. Hank abrió con una llave, dejó que pasaran.

—Se retrasó —murmuró Hank mirando su reloj—, en un momento debería llegar tu compañera. Tiene una mutación extraña pero te acostumbrarás. Llegó hace una semana, también es nueva.

Peter sintió el impulso de abrazar a Jane y lo hizo, también depositó un beso en su mejilla. Jane rió por lo bajo y pasó su brazo por la cintura del chico.

Ellos no van a lastimarme | Peter Parker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora