El vestido perfecto | 3.0

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Elegir el vestido del baile de invierno no había sido problema, y más porque no se veía obligada a arreglarse para Peter. Tampoco es que le importara, pero esto era diferente. Debía verse preciosa, más que eso, maravillosa, perfecta.

Luego estaba Liz Allan, ¿Cómo planeaba enfrentarla usando un vestido largo? No era nada práctico. Además debía encontrar el momento perfecto, sin que hubieran ojos sobre ella, debía evitar a todos, incluyendo a Peter. Esperaba no arruinarle la noche.

Solo dio unos pasos dentro de la tienda y Harry Osborn ya estaba sentado en los sillones de espera distraído en su teléfono. Jane pegó de zancadas hacia él y le arrebató el aparato electrónico de las manos.

—Harry, se supone que estás aquí para ayudarme a elegir vestido.

El chico dejó caerse en el sillón y bostezó.

—Tu ponte los vestidos y yo te digo lo que pienso, ¿Así es como funciona, no?

—Qué seco —dijo Jane, con una mueca.

Todos los vestidos eran hermosos y de diferentes estilos, ni siquiera sabía por dónde empezar. Una chica le ofreció ayuda, hizo muchas preguntas acerca de su cuerpo, estilo y comodidades, era una chica fabulosa. Eligieron tres opciones.

La chica, Cecile, llevó las opciones al vestidor. Jane se tomó la tarea de despertar a Harry a golpes antes de entrar en esos apretados pedazos de tela. Harry frunció el ceño al olvidar qué hacía en una boutique, se incorporó y empezó a frotarse los ojos.

Jane entró al vestidor y de alguna manera logró meterse en un vestido amarillo claro entubado de corte corazón, docenas de prietas diminutas contorneaban el corte del pecho y un cinturón discreto alrededor de las sextas costillas.

Era la talla más grande, y Jane apenas podía caminar sin sentir que rompería el vestido por la mitad, daba pasitos como si estuviera escabulléndose en la cocina a la mitad de la noche sin querer hacer ruido.

—¿Que te parece? —le preguntó a Harry alzando las manos.

—Pareces una prostituta —respondió el chico.

Ojos y boca se abrieron en sorpresa. La mirada de Jane coincidió con Cecile, ella solo se encogió de hombros y le pasó el segundo vestido. Jane volvió al vestidor y se probó la segunda opción: un vestido tipo griego color gris, strapless con tirantes caídos a los lados.

Harry puso los ojos en blanco.

—¿Qué cosa te traes con los escotes? No puedes conocer a mi padre vestida así. ¡Cúbrete! —se volvió hacia Cecile—. ¿No hay un vestido al cuello? De preferencia colores pastel, y nada de blanco.

Harry tomó una revista y se envolvió en las imágenes. A Cecile se le escapó una carcajada y Jane la asesinó con la mirada.

—Eres muy cruel —dijo Jane, y se dio la vuelta.

Entró una última vez en el vestidor. Salió luciendo un vestido rosa pastel, igual era strapless plano pero el escote lo cubría tela media transparente que unía el vestido con un collar, de la cintura para abajo era suelto, había un pequeño desgarre a la mitad pero sus piernas estaban perfectamente cubiertas por la funda.

—¿Y este?

Harry alzó la mirada de la revista, sus ojos viajaron por todo su cuerpo, quizá ese chico era el único que podría hacer eso sin hacerla enojar. Se rascó la barbilla mientras pensaba hasta que por fin asintió.

Ellos no van a lastimarme | Peter Parker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora